(Fuente: hoy.es) |
Tras lo leído en la prensa sobre el
desarrollo de la sesión del Ayuntamiento Abierto celebrado en Badajoz el pasado
miércoles, que acabó en un fin de fiesta bochornoso y barriobajero con los
insultos que varios de los allí presentes, incluido el exconcejal de
Ciudadanos, Luis García-Borruel,
dirigieron a la concejala Julia Timón,
me picó la curiosidad y busqué el video de la función. Y es que no escarmiento.
Porque hay que ver los peñazos que me he tragado a lo largo de mi corta vida
articulística para poder pergeñar algunos de estos escritos con un cierto
conocimiento de causa. Pero este, que me zampé ayer mismo, no sé si porque
objetivamente así lo sea o porque con los rigores de estos calores traicioneros
me ha cogido con el cuerpo más flojo y, por ello, obró antes en mi desánimo, es el que me ha parecido más
insoportable de todos, el que más ha desmadejado mi presencia de ánimo. Con el
añadido de que, en determinados momentos, la calidad del sonido era tan deplorable, que a pesar de los cascos, debía
rebobinar y volver a escuchar esta o aquella perorata tratando de comprender,
sin conseguirlo la mayoría de las veces, lo que su protagonista decía. De este
modo, las dos horas y pico que duraba el asunto se transformaron en más de tres
en las que mis fuerzas se fueron debilitando al compás que crecían mi cabreo y
mi desesperación. Al borde de un abatimiento paroxístico más que severo llegué
a la conclusión de que, sin dudar de las buenas intenciones de sus promotores,
la iniciativa sirve para bien poco. Si acaso, escasamente, para dar una imagen
de accesibilidad y transparencia de cara a la galería. Pero, a efectos
prácticos, para nada más. Quizás falle el mecanismo de funcionamiento unido al
hecho de que, excepto honrosas excepciones, hay ciudadanos que, más que a otra
cosa, van allí a tratar de lucir su osadía o su oratoria generalmente con
resultados del todo contrarios a sus
optimistas previsiones.
(Fuente: elperiodicoextremadura.com) |
Como decía al principio este último
concilio municipal tuvo un estrambote de lo más cochambroso, por mor de los
insultos que Antonio García-Borruel,
sobrino del exportavoz, y tal vez algún satélite más, dirigieron a Julia Timón.
El coro vociferante y energúmeno al que se unió, repito, el propio concejal
ahora no adscrito, rompió a desafinar de
forma estentórea a raíz de la pregunta que José
Antonio Hinchado Alba, cofrade de correrías por las redes sociales del
mentado Antonio, realizó a la concejala de C’s sobre la destitución de Olivia Pérez Borrego, cónyuge de este
último y secretaria de dicho grupo municipal hasta su reciente despido. Hasta
el menos avispado sabe que el ocupante de un cargo de confianza ocupa el mismo
hasta tanto continúe en el puesto su mentor. Es un efecto dominó de lo más
normal y lógico. A mayor abundamiento si, como en este caso, la despedida es sobrina política del cesado.
Sería del género bobo por parte de C’s mantener en la secretaría del grupo a la
sobrina del concejal que acaban de laminar, porque tener el enemigo en casa, en
este caso, dejaría de ser pura retórica. Con ello, es evidente para mí que la
pregunta de Hinchado sobre un tema que a una gran mayoría de los pacenses le
trae al pairo, no era más que una excusa urdida para montar el pitote
tabernario que montaron, salir en los medios, desbarrar en las redes y alcanzar
un efímero momento de gloria. Aunque esta gloria sea tan casposa y fétida como
para acabar siendo arrojada directamente al “cubo de las vísceras”. Por
lamentable que parezca hay quien se conforma con regodearse en sus miserias y,
así, seguir viviendo en la creencia de ser todo aquello
de lo que carecen.
(Fuente: elperiodicoextremadura.com) |
En fin, el penúltimo berrinche
(habrá más) con que nos obsequió el concejal no adscrito uniéndose al
esperpento, me proporcionó un dato más para corroborar mi opinión sobre su
estatura moral, que ya intuí tras verlo pajear en sus primeros pasos por esta
legislatura y que, parafraseando a Churchill, me hizo comentar en algún foro
que el PP tendría que estar más pendiente del enemigo que tenía como aliado que
de los adversarios de enfrente. Ciudadanos ha perdido demasiado tiempo en darse
cuenta de que esa frase era fundamentalmente aplicable a ellos y no al PP.
Porque era evidente que, dada la demostrada y enfermiza necesidad de notoriedad
del interfecto, lo de “concejal no adscrito” le viene al pelo. Y confirma mi
impresión de que este individuo solo es capaz de estar adscrito a sí mismo. Que
por otra parte es como estar adscrito a nada. Pues eso.
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