viernes, 27 de junio de 2008

GRAN SIMIO

Recupero, a favor de actualidad, este artículo que publiqué en El Periódico Extremadura.


COMUNIDAD DE LOS IGUALES

Un tal Francisco de Asís, (¡cómo estigmatizan a veces los nombres!), diputado del PSOE por Sevilla, ha sido el encargado de presentar en el Congreso de los Diputados una PNL sobre “El Proyecto Gran Simio”. Se basa este engendro igualatorio en la “Declaración de los Grandes Simios”, firmada, entre otros, por Joaquín Araujo, no sé si en calidad de grande, de simio o de ambas cosas. El espíritu que anima esta patochada es el de reconocer a estos animales, por su cercanía genética con el hombre, una serie de derechos similares a los humanos: El derecho a la vida y a la libertad individual y a la prohibición de la tortura. Y he aquí que, dentro de la que llaman “comunidad de los iguales”, equiparan al hombre, con el chimpancé, el chimpancé pigmeo, el gorila y el orangután.

Si no fuera por el escalofrío, me tendría que reír de la ocurrencia. Pero es que los despropósitos de estos activistas de salón, empeñados en pontificar las alucinaciones de su modorra siestera, me dan miedo. Estos acomodados no saben ya qué hacer para interpretar este papel absurdo que ellos mismos se han otorgado. ¡Qué alarde de sensibilidad y progresía! O sea, qué idiotez más grotesca. Porque la prioridad, según yo veo, sería igualar a unos humanos con otros, si de proximidad genética es de lo que se trata. En un mundo en el que seis millones de niños mueren de hambre cada año, por poner sólo un ejemplo, estas milongas naturalistas me producen una perplejidad ciertamente dolorosa.

Porque, además, está por saber si los simios quieren igualarse con una especie tan cruel como la humana.

jueves, 19 de junio de 2008

CENTRO PENITENCIARIO

Ayer estuve con Alejandro Pachón en el Centro Penitenciario de Badajoz. Proyectamos y comentamos con los internos 5 cortos. Y encontré más educación y respeto que en muchos Institutos que conozco. Y, por supuesto, mucho más silencio durante la proyección que en cualquier cine de Badajoz. ¿El mundo al revés? Pues no. Simplemente, el mundo como es.

martes, 17 de junio de 2008

CONSECUENCIAS

- El tedio de los días es un ensayo lento de silencio. Acostumbrar la noche a las pupilas. Terca e interminable preparación de adiós.

- Nadie presta su voz en este sueño que amanece. Tendré que hablar conmigo, noche entera. No sé si lograré hacerme entender.

- La noche aún no conoce que no es la luz la vida y se lamenta, triste, de su oscuro destino. Ignora la mentira del cielo azul. No sabe que la luna se aprovecha del sol y, ya melancolía, arregla la falsedad de su belleza.

lunes, 9 de junio de 2008

MUTACIÓN

El medio es el mensaje. En esta Extremadura de nuestros pecados, hubo un avispado socialista que acuñó la frase a la medida de sus complejos. El miedo es el mensaje, farfulló. O sea, de Mac Luhan a Goebbels... Democráticamente hablando, por supuesto.

domingo, 8 de junio de 2008

YO, TAMBIÉN.

"Víctima yo de una angustia que no sabía como quitarme de encima, llaman a la puerta. Abro. Era una señora de cierta edad a la que no esperaba en absoluto. Durante tres horas me martirizó con tales necedades que mi angustia se transformó en cólera. Estaba salvado."

La cita es de Cioran. La situación, con ligeras variaciones espacio-temporales y de escenario, universal en la medida en que es de ambos. Cómo agradezco, yo también, la irrupción inesperada de cataplasmas que me liberan de mi congénito abatimiento improductivo.

EL DOMADOR

De i. a d.: Jaime Álvarez Buiza, Juan José Poblador, Santiago Castelo y Jesús
Delgado Valhondo.

Vine de estar unos días en Conil de la Frontera. Me invitó a su casa y me acogió en ella Juan José Poblador. Maestro jubilado, teatrero de pro, escritor, articulista, marido de Loli, recalcitrante ibarrófilo, degustador de vinos, cocinero excelente, impertinente imprevisto, amigo de sus amigos, cachondo, socarrón, contador de historias y tertuliano amenísimo. En fin, un portento de criatura. Este conileño de Valencia de Alcántara, al que conocí hace bastantes años en el I Congreso de Escritores Extremeños, me ha descubierto, recién, un nuevo renglón que añadir a su currículo: el tío es domador de galápagos. Tiene uno en su casa, al que llama Cometa, que le obedece como un perrito faldero. Anda el bicho sesteando debajo de una silla del patio, o sumergido en su barreño con agua, y al oír la voz de Juan José y el chasquido de sus dedos, sale de su letargo o de su modorra y corre, sí, corre hacia él, con el pescuezo erecto como un cipote, a comer de su mano. Pan, recortes de filete, incluso, ¡fuera miseria!, algún taquito de jamón extremeño. Después, a golpe de manguera, ejecuta unos pasos de baile mezcla de sevillana y candil, y se va por donde ha venido a seguir filosofando.

Él, que amontona en sus ojos todos los significados de la palabra amistad, que ha domado los envites de la vida con una mano izquierda optimista y esperanzada, ahora más calmado, o sea, de huracán a torbellino, amaestra galápagos.

Y, al atardecer, se encamina al Bar Los Hermanitos, célula de agitación socio-político-cultural de Conil, a tomarse una cerveza fría y con mucha espuma. Cruzcampo por supuesto, militar. Yo, desde aquí, le grito en voz baja: ¡Salud, amigo!

JOSÉ TOMÁS

José Tomás triunfó en Las Ventas. Cortó 4 orejas. Estaba el Rey en la plaza y él brindó al público. Lo cual, que 4 orejas y un rabo virtual. ¡Olé!

miércoles, 4 de junio de 2008

MERITORIOS

Dice el Diccionario de la RAE que meritorio es aquel “que trabaja sin sueldo haciendo méritos para ocupar puesto remunerado”. En esta Extremadura de nuestros pecados hay, de esta curiosa familia zoológica, más individuos que perros descalzos. Salen hasta de debajo de las piedras, a la menor ocasión, a intentar dar caña al disidente y así engrosar su miserable y rastrero currículo. Los hay conversos o “motu proprio”, pero ambos tienen características comunes: son sectarios furibundos; tienen el insulto siempre dispuesto, aunque con un repertorio limitado: fascista, machista, carca, provinciano, resentido y poco más; su amplitud de miras está limitada al tamaño de sus orejeras; confunden el mundo con su ombligo pergañetero; se autoproclaman genéticamente progresistas e incluso revolucionarios, aun teniendo un pasado cavernario; se dejan uncir por el jefe de la manada mansamente; su lengua, a modo de espiritrompa, es tremendamente versátil, igual lame que chupa o que succiona y, en fin, reptan dejando un rastro baboso, empercudiendo el suelo por donde pasan.

Me hace mucha gracia esta patética fauna lacaya. Me divierte ver los denodados esfuerzos que, por hacerse notar, realizan algunos de sus miembros más activos, meneando crestas y plumeros para así obtener los favores del jefe del clan. A veces la remuneración consiste en una palmadita en la espalda o una sonrisita cómplice no exenta de desprecio, que así se las gasta el líder; otras, como mucho, en la posibilidad de saborear algún desperdicio de casquería que a estos membrillos les sabe a delicatessen. Tal que así brujulea esta cansina recua de mirabraguetas. ¡Qué pelmazos!