sábado, 27 de mayo de 2017

AYUNTAMIENTO ABIERTO

(Fuente: hoy.es)
Tras lo leído en la prensa sobre el desarrollo de la sesión del Ayuntamiento Abierto celebrado en Badajoz el pasado miércoles, que acabó en un fin de fiesta bochornoso y barriobajero con los insultos que varios de los allí presentes, incluido el exconcejal de Ciudadanos, Luis García-Borruel, dirigieron a la concejala Julia Timón, me picó la curiosidad y busqué el video de la función. Y es que no escarmiento. Porque hay que ver los peñazos que me he tragado a lo largo de mi corta vida articulística para poder pergeñar algunos de estos escritos con un cierto conocimiento de causa. Pero este, que me zampé ayer mismo, no sé si porque objetivamente así lo sea o porque con los rigores de estos calores traicioneros me ha cogido con el cuerpo más flojo y, por ello, obró antes en  mi desánimo, es el que me ha parecido más insoportable de todos, el que más ha desmadejado mi presencia de ánimo. Con el añadido de que, en determinados momentos, la calidad del sonido era tan  deplorable, que a pesar de los cascos, debía rebobinar y volver a escuchar esta o aquella perorata tratando de comprender, sin conseguirlo la mayoría de las veces, lo que su protagonista decía. De este modo, las dos horas y pico que duraba el asunto se transformaron en más de tres en las que mis fuerzas se fueron debilitando al compás que crecían mi cabreo y mi desesperación. Al borde de un abatimiento paroxístico más que severo llegué a la conclusión de que, sin dudar de las buenas intenciones de sus promotores, la iniciativa sirve para bien poco. Si acaso, escasamente, para dar una imagen de accesibilidad y transparencia de cara a la galería. Pero, a efectos prácticos, para nada más. Quizás falle el mecanismo de funcionamiento unido al hecho de que, excepto honrosas excepciones, hay ciudadanos que, más que a otra cosa, van allí a tratar de lucir su osadía o su oratoria generalmente con resultados del todo contrarios a sus  optimistas previsiones.

(Fuente: elperiodicoextremadura.com)
Como decía al principio este último concilio municipal tuvo un estrambote de lo más cochambroso, por mor de los insultos que Antonio García-Borruel, sobrino del exportavoz, y tal vez algún satélite más, dirigieron a Julia Timón. El coro vociferante y energúmeno al que se unió, repito, el propio concejal ahora no adscrito,  rompió a desafinar de forma estentórea a raíz de la pregunta que José Antonio Hinchado Alba, cofrade de correrías por las redes sociales del mentado Antonio, realizó a la concejala de C’s sobre la destitución de Olivia Pérez Borrego, cónyuge de este último y secretaria de dicho grupo municipal hasta su reciente despido. Hasta el menos avispado sabe que el ocupante de un cargo de confianza ocupa el mismo hasta tanto continúe en el puesto su mentor. Es un efecto dominó de lo más normal y lógico. A mayor abundamiento si, como en este caso,  la despedida es sobrina política del cesado. Sería del género bobo por parte de C’s mantener en la secretaría del grupo a la sobrina del concejal que acaban de laminar, porque tener el enemigo en casa, en este caso, dejaría de ser pura retórica. Con ello, es evidente para mí que la pregunta de Hinchado sobre un tema que a una gran mayoría de los pacenses le trae al pairo, no era más que una excusa urdida para montar el pitote tabernario que montaron, salir en los medios, desbarrar en las redes y alcanzar un efímero momento de gloria. Aunque esta gloria sea tan casposa y fétida como para acabar siendo arrojada directamente al “cubo de las vísceras”. Por lamentable que parezca hay quien se conforma con regodearse en sus miserias y, así, seguir viviendo en la creencia de ser todo aquello de lo que carecen.


(Fuente: elperiodicoextremadura.com)
En fin, el penúltimo berrinche (habrá más) con que nos obsequió el concejal no adscrito uniéndose al esperpento, me proporcionó un dato más para corroborar mi opinión sobre su estatura moral, que ya intuí tras verlo pajear en sus primeros pasos por esta legislatura y que, parafraseando a Churchill, me hizo comentar en algún foro que el PP tendría que estar más pendiente del enemigo que tenía como aliado que de los adversarios de enfrente. Ciudadanos ha perdido demasiado tiempo en darse cuenta de que esa frase era fundamentalmente aplicable a ellos y no al PP. Porque era evidente que, dada la demostrada y enfermiza necesidad de notoriedad del interfecto, lo de “concejal no adscrito” le viene al pelo. Y confirma mi impresión de que este individuo solo es capaz de estar adscrito a sí mismo. Que por otra parte es como estar adscrito a nada. Pues eso.

sábado, 20 de mayo de 2017

NI PIES, NI CABEZAS

En mi anterior artículo, hablando del anhelo de querer engañar a la inexorabilidad del paso del tiempo, echaba mano del refrán aquel que nos dice que “el que no se consuela es porque no quiere”. Y hete aquí que esta semana he tenido ocasión de volver a acordarme de él. Bien es verdad que por otro motivo, carente de cualquier atisbo de lirismo, cual ha sido el del final apoteósico del folletín tragicómico que se ha venido representando en el escenario consistorial pacense, y que ha tenido como argumento la abortada, (nunca mejor dicho), moción de censura a su alcalde. Este, (el único personaje que podría haber celebrado algo pues, apareciendo como víctima sentenciada en las primeras escenas de la obra, gracias a un golpe de timón de los guionistas del libreto ha resultado indemne), ha sido comedido en la exteriorización de un más que presumible regocijo. No así los frustrados victimarios que, tras su estrepitoso fracaso, han comparecido no diré que exultantes, pero sí incomprensiblemente orondos y satisfechos de la calabazada sufrida. Más que querer consolarse parece que hubieran querido, quizá intentando a la desesperada hacer de la necesidad virtud, alardear de su infortunio.

(Fuente: elperiodicoextremadura.com)

El principal urdidor de la trama y portavoz del PSOE municipal, Ricardo Cabezas, que quizá, como trasunto prosaico de Antoñito el Camborio, ya se veía en sus ensoñaciones con la vara de alcalde en la mano, acaso destinando a algún funcionario díscolo a hacer fotocopias en el cementerio de San Juan, salió el pasado lunes a la palestra en rueda de prensa. Obviando cualquier asomo de autocrítica, afirmó que “no es posible impulsar la moción de censura pues [con la salida de Ciudadanos de Luis García-Borruel] ha cambiado el escenario político en el Ayuntamiento de Badajoz”. Según sus palabras y siguiendo la lógica más elemental, habría que inferir que antes de esa ‘expulsión voluntaria’ del ahora exciudadano, el escenario político sí hubiera permitido promoverla. Entonces, digo yo, ¿por qué no lo hiciste cuando pudiste, alma cándida, si lo tenías a huevo? Se me ocurren dos respuestas para pregunta tan simple. La primera es mala, porque implica que, mejorando lo presente, el pretendiente a alcalde ha actuado con una torpeza inaudita al dejar escapar una ocasión de oro para hacerse con el ansiado báculo. La segunda es peor, porque dejaría al descubierto la falacia que esconde la media verdad de su aserto, y esa es que nunca, con Borruel o sin él, la iniciativa podría haber prosperado porque C’s no la apoyaba y, a mayor abundamiento, la obstinación de aquel en presentarla en contra del criterio de los dirigentes de su formación ha sido la causa de su viaje al limbo. En este segundo caso, la candidez que pudiera disculpar la torpeza política del líder municipal socialista en nuestra primera hipótesis, achacable, siendo generosos, a su bisoñez, no ha lugar. Porque estaríamos ante el descaro lánguido y palmario de un embustero descarado consciente de serlo. Igualmente torpe, eso sí, cualidad esta que parece ser el único ítem común a ambas posibilidades. Y lo que es peor aún, pretende que los que escuchamos o leemos sus declaraciones seamos partícipes solidarios de su insuficiencia.

(Fuente: elperiodicoextremadura.com)
No contento con lo anterior y tras intentar hacernos creer, con vaguedades y frases hechas, que su intento fallido ha sido un revulsivo para recuperar la gobernabilidad de una ciudad sumida en el caos y la molicie por mor de unos dirigentes corruptos, finaliza su perorata con un estrambote  que ofrece, por su simpleza, un desmantelamiento argumental inmediato. Dice este buen señor que con la destitución de García-Borruel como portavoz, se ha procurado “dar un giro de 180 grados al posicionamiento de C’s hasta convertirlo en una marioneta del PP”. Además de reincidir en el engaño recurrente de querer inducirnos a que confundamos  la parte (Borruel) con el todo (C’s), siguiendo la lógica elemental aplicada anteriormente habría que deducir entonces que, antes del cese, C’s no era más que un títere del PSOE. Porque si cuando sí, no, ¿por qué cuándo no, sí?

En fin. Como última reflexión diré que los entresijos de la política y de los partidos no son mi fuerte. Jamás milité en ninguno ni pienso hacerlo en los muchos o pocos años que me queden de andar por las calles y estar con los que quiero. Pero eso no me impide maliciar que las venias que las ejecutivas, locales o regionales o como quiera que sean, regalan a  algunos de sus militantes, son bombas de relojería perfectamente programadas para el descalabro de los que estorban. Y no estoy diciendo, ni tan siquiera insinuando, que esto pueda aplicarse al caso que nos ocupa. Faltaría más, primo... que eres un primo.

sábado, 13 de mayo de 2017

DE ASOMBRO EN ASOMBRO

Mi añorado Jesús Delgado Valhondo, un inmenso pozo de sabiduría poética y vital, me aseguraba con la contundencia de sus manos volanderas en unos de esos encuentros de confesionario y vinos que nos traíamos los dos, que el día que empezamos a hacernos viejos es ese en el que empezamos a perder nuestra capacidad de asombro. “Porque envejecer es una cosa, Jaime, y ser viejo es otra. Como una cosa es la edad y otra los años que uno tenga”. Gracias a su revelación tengo que decir, entonces, que una de las cosas buenas que tiene este país, digo, esta España de nuestras entretelas, al menos para mí, es que me confirma un día sí y otro también que, a pesar de mis años, no he perdido la capacidad de sorprenderme. Aunque con frecuencia la situación epatante vaya acompañada de una buena dosis de irritación o tristeza, siempre me queda el regusto retranqueado, agridulce y un punto gozoso que me produce el sentir que no soy tan viejo como creen mis años. Como dice el refrán, ‘el que no se consuela es porque no quiere’ pero, en cualquier caso, bendito sea Jesús y benditas sus enseñanzas que me permiten soñar, asombro tras asombro, con la utopía de eludir el paso del tiempo, siquiera sea esta elusión apenas un espejismo esperanzado de mis afanes, un imaginario oasis en el desierto inclemente de lo inevitable.

(Fuente: hoy.es)
Estando en días de libros como estamos, (el próximo viernes se inaugura la 36 Feria de ellos en Badajoz), esta semana ha habido dos noticias, ciertamente peculiares, en las que han sido forzosos e involuntarios figurantes y que dan buena medida de las ventoleras que corren por algunas chavetas. Una de ellas se ha producido en Cataluña y la otra en Andalucía, como queriendo demostrar que la estulticia es un elemento de cohesión nacional que no entiende de fronteras o particularidades autonómicas. También es verdad que ambas, y aquí cada cual puede sacar sus propias conclusiones, han sido propiciadas por personas integradas o cercanas a las formaciones políticas emergentes nacidas alrededor del 15M, llámense estas círculos, mareas o confluencias, que han dado sobrada muestra de ser un vivero inagotable de espantos que, bajo la pátina de una solemnidad grotesca, oscilan desde la frivolidad hasta la sinsorga sin ningún tipo de complejos.

(Fuente: elmundo.es)
Y es así que el Instituto  de Cultura de Barcelona, inició una campaña de fomento de la lectura bajo el nombre de “Barcelona, Ciutat Llibre”. Una cucada que pretendía inundar la ciudad con carteles, banderolas y grafitis. Bajo el liderazgo de Jaume Collboni, teniente de alcalde socialista, el evento fue adjudicado en 108.000 euros a la empresa “After Share S.L.”, productora del publicista Risto Mejide. Yo no sé si, con el descaro al que tiene acostumbrados a sus seguidores, el individuo incluiría entre sus méritos haber llevado la campaña del PSC en las pasadas elecciones municipales, en las que logró la proeza de que el grupo socialista pasara de once ediles a cuatro, que no es peccata minuta. La guinda que remataba la parida propagandista presentada por el pretencioso icono televisivo, era la de enviar a Donald Trump un amplio surtido de libros elegidos por los libreros y bibliotecarios de Barcelona, porque “nadie más que él necesita abrir su mente”. La idiotez trompetera que rezuma la ocurrencia educadora ha provocado tal lluvia de mamporros dialécticos sobre sus urdidores, que no han tenido más remedio que renunciar a ella. Lo que me figuro que habrá sido un alivio para el presidente yanqui que, según me cuentan mis infiltrados, andaba en un sinvivir con el tema.

(Fuente: elconfidencial.com)
Al unísono o así, en Sevilla, Juan Porras Blanco, (“Huan Porrah Blanko” para la ocasión), doctor en Antropología Social y licenciado en Filosofía que alcanzó minoritaria y lastimosa popularidad en las redes siendo concejal en el ayuntamientode Mijas, presentaba el martes día 9 en Sevilla su traducción al ‘idioma’ andaluz de El principito, (“Er prinzipito” para la ocasión), de Saint-Exupéry, editado por el Sindicato Andaluz de Trabajadores. Leer las declaraciones de este esclarecido que confunde oralidad con lenguaje y lengua con acento, es ir de un asombro a otro dándote de coscorrones con lo inaudito y el absurdo más desesperante. Las idioteces contundentes que desgrana en ellas no tienen cabida en un cacumen medianamente recuperable. Entre otras dice que los andaluces, para enterarse de lo que están leyendo, tienen que leerlo en voz alta. Pues ahí va:‘Una beh, kuando yo tenía zeih z’añiyoh, bi un dibuho mahnífiko en un libro a tento’e la zerba bihen ke ze yamaba ‘Histoires Vécues (Ihtoriah bibíah’... Ese es el comienzo en ‘andalú’ de ‘Er prinzipito’. ¿Y ahora qué, primo, cómo ‘te s’ha quedao’ el cuerpo?...‘Pos revirao del to, velaíla’.

sábado, 6 de mayo de 2017

MISERIAS DEL OLIMPO

(Fuente: elconfidencial.com)
Debo empezar confesando que la patulea de cocineros de la llamada ‘nueva cocina’ me revuelve las tripas tal que si me hubiera comido alguno de sus churriguerescos menús. Con la complicidad de ciertas cadenas televisivas, el beneplácito de una audiencia sumida en la estulticia modorra de la mitomanía doméstica, una mercadotecnia perfectamente programada, el desparpajo propio de los desahogados y la labia embaucadora de los sacamuelas, han conseguido encaramarse a las alturas de un Olimpo gastrónomico tan ficticio y artificioso como el nombre de  la mayoría de sus platos. Lo explica a las mil maravillas el ‘profesional de la comunicación gastronómica’ José Juan Iglesias del Castillo y Díaz de la Serna, de nombre artístico Pepe Iglesias, en un magnífico y esclarecedor artículo titulado Nueva Cocina, de la evolución a la aberración, pasando por la extravagancia, en el que, entre otras suculentas cosas, dice: “Hay muchos críticos que en su casa comen prefabricados y, cuando salen a un comedor, no pueden comprender que un simple gazpacho bien hecho tiene mucho más mérito que esa pamplina con trufas que acaba de presentar Sergi Arola, porque el Tuber Melanosporum se vende ya en cualquier tienda, pero unos tomates de huerta hay que buscarlos con teleobjetivo… Creo que la cocina de estos próximos años irá en la línea de aprovechar todo lo bueno que la tecnología y la evolución han aportado al sector, pero hacerlo para el disfrute del consumidor, no para extasiar a críticos funámbulos ni para salir monos en las revistas del corazón”. Espero que se cumplan sus deseos, pero por el momento lo que tenemos en la élite de la gastronomía española es a esta partida de diosecillos engreídos, más pendientes de la imagen que de la chicha, pontificando cursilerías y vendiéndonos humo como si fuera una deconstrucción de salmón ahumado.

Por si lo anterior no fuera bastante para que me repelan, esta semana nos enteramos de las condiciones deplorables que tienen que soportar los ‘becarios’ que muchos de estos reyes del cuento acogen en los fogones de sus negocios. La media es que supongan el 50% de la plantilla de cocineros de estas estrellas Michelín. A cambio de rancho y, en algunos casos, catre, con un horario de 8 a 16 horas diarias, sin sueldo ni seguridad social, trabajan solo a cambio de aumentar su currículo mientras ellos se ahorran el coste que les supondría incluirlos en nómina. Con el añadido de que, además, deben  estar agradecidos por ser explotados en el negocio de un fuera de serie y no de un ‘cualquierilla’. Cuando el asunto apareció en la prensa, (bien por David Brunat),  los aludidos salieron al retortero a defenderse con mayor o menor torpeza. Pero el que lo ha hecho con mayor énfasis ha sido Jordi  Cruz, guaperas televisivo de pomposa melena y dueño del restaurante Àbac en
(Fuente: elconfidencial.com)
Barcelona. He de reconocer que desde que lo vi por primera y última vez en televisión, me acordé de aquel Cantinflas que, acosado en El analfabeto por un fiscal tan petimetre como el cocinero que nos ocupa, balbucea: “Me cae gordo, me cae gordo. Se cree muy rock and roll y muy supérfulo”.  Por eso, en aras de aparentar objetividad, ese ente de razón tantas veces invocado en la prensa, prefiero que sean sus palabras las que den cumplida cuenta de la ruindad del interfecto: “Un restaurante Michelín es un negocio que, si toda la gente en cocina estuviera en plantilla, no sería viable. Tener aprendices no significa que me quiera ahorrar costes de personal, sino que, para ofrecer un servicio de excelencia necesito muchas manos”. Y si son gratis, miel sobre hojuelas, le quedó por decir. Y si la gratuidad me viene dada por la necesidad de acumular méritos de los que necesitan salir del pozo negro del paro, a mí que me registren, pensaría. Y esto lo dice un tipo que se acaba de comprar en Madrid un palacete de 3.000.000 de euros. Ainda mais: “Aprendes con los mejores en un ambiente real, no te está costando un duro y te dan alojamiento y comida. Es un 'tú me das tus manos y yo te enseño'. Es un privilegio”. Aunque serlo ya lo es, para que el régimen de esclavitud que invoca este impresentable tuviera marchamo oficial solo le faltaría exigir el certificado de propiedad de sus aprendices. Que, visto lo visto, no es ningún dislate.

(Fuente: elconfidencial.com)
En fin, decir que me produce repugnancia toda esta porquería, toda esta puñetera cochambre edulcorada, es quedarme corto. Y cuando leo que esta relación laboral añeja y anacrónica es legal en España, mi asco va también para quienes la hicieron y para quienes, en pleno siglo XXI, la permiten. A ellos, cocineros bendecidos y legisladores cocinillas, mi desprecio les importará un bledo. Pero a mí no, primo.