sábado, 23 de diciembre de 2017

¿EL PARTO DE LOS MONTES?

(Fuente: elconfidencial.com)
El fabulista griego Esopo nos dejó, en el siglo VI a.C., una fábula titulada así, El parto de los montes, en la que nos describe cómo tantas veces algo que, en principio, crea grandes expectativas no exentas de desasosiegos, resulta al final un acontecimiento nimio, insignificante y de ínfima importancia. Unos siglos después, Horacio hizo una breve alusión a la misma en su Arte poética: Parturient montes, nascetur ridiculus mus, o sea que ‘parirán los montes y nacerá un ridículo ratón’. Es lo primero que se me ha venido a la cabeza , (no de manera tan cargante, claro), al conocer los resultados de las elecciones catalanas celebradas este jueves. Porque si nos atenemos a la perspectiva global de DUI sí o DUI no, los partidarios de la ruptura, a pesar de haberse dejado algunos pelos en la gatera, siguen teniendo mayoría absoluta en el parlamento catalán. De la misma manera que, de nuevo, han perdido el envite analizados desde el punto de vista plebiscitario que tanto les gusta, lo que ha venido a remachar que la mayoría de los ciudadanos de Cataluña no quiere la ruptura con España.  Así que podría pensarse que, en cuanto se constituya este, volverá la burra al trigo de la ‘desconexión’ haciendo así inútiles las alforjas para viaje tan improductivo. Pero rumiando el asunto y viendo las reacciones que empieza a provocar, parece que el neonato no es tan simple ni tan inofensivo como pudiera parecer a primera vista. En primer lugar porque los acontecimientos habidos desde las elecciones del 2015 han dado un giro de 180 grados a la situación política en Cataluña. Y en segundo, porque los resultados de las actuales han dado protagonismo relevante a unos actores, al tiempo que ha supuesto para otros, como Catalunya en Comú-Podem y PP, un rotundo fracaso. Porque una cosa es la correlación de fuerzas electoralmente hablando, pura y  distorsionante aritmética D’Hont, y otra bien distinta las consecuencias que acarrean algunos resultados.

(Fuente: elconfidencial.com)
Aunque sea una perogrullada decirlo, por obvio, 'Ciudadanos’ ha sido la estrella de los comicios. Haber ganado las elecciones catalanas en votos y escaños con un discurso tajantemente constitucional sin ningún asomo de concesión a los independentistas, no es moco de pavo. Aunque su victoria haya sido insuficiente para arrebatar la mayoría a estos últimos, ha dejado al descubierto, sin embargo, la catastrófica estrategia seguida por el Partido Popular, o sea, por Rajoy, al mantener como cabeza de lista a un candidato tan aburrido como Albiol, con un discurso pelmazo y monótono, menos carisma que un zapato viejo, unos rebotes de autoritarismo en los que el plumero de Fraga asoma sin ningún tipo de rubor y más quemado que las brujas de Zugarramurdi.  Pero así se las gasta este don Tancredo recalcitrante al que, francamente, no le auguro un futuro político halagüeño sobre todo si, como me malicio, hay un adelanto de la elecciones generales que no depende para nada de lo que él desee, sino de lo que un PSOE escocido y un C’s envalentonado puedan acordar. Poco ha tenido que ver en este descalabro, como algunos pretenden que creamos para justificar su debacle, la aplicación del artículo 155 de la Constitución en aras de enderezar la ilegal deriva soberanista, pues C’s y PSC apoyaron la medida y ambos han ganado votos y escaños. Así que a otro perro con ese hueso del sacrificio patriótico.

(Fuente: lavozdegalicia.es)
Como decía antes, el resultado electoral ha deparado una situación en el Parlament igual a la anterior. Tan igual que de nuevo la CUP, en principio, tiene a Puigdemont, (que ya se cree presidente el tío), cogido por los cataplines con la tabarra de república o república. De modo que si se repite la función entraríamos en un bucle de aquí esta la República, allá va el 155 y aquí sigo yo en Bruselas. Y a sacar las urnas otra vez. Un panorama más diabólico que la gota malaya. ¿Y ERC?  Pues me imagino que el abad mitrado que tiene por líder algo tendrá que decir. Porque si vuelve a entrar en el juego siguiendo los desvaríos megalómanos del huésped bruselense, como según propia confesión la cárcel le hace más fuerte, me temo que va a seguir allí el tiempo suficiente  para salir de ella más cachas que el primo de Zumosol. Y no creo yo que el misticismo epistolar, la sublimación del sacrificio por la causa, los arrebatos poéticos y las genuflexiones de chupacirios que exhibe tengan fuste para tanto. Ya veremos. Pero eso sí, el título de “pánfilo del procés” puede exhibirlo con todo derecho porque se lo ha ganado a pulso. ¡Quin papelón, Mare de Deu dels Desamparats!  Per a mi que és un ‘pringao’, primo.



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