¿Se imaginan a Belén Esteban leyendo su discurso de entrada en la Real Academia
Española de la Lengua? ¿A Tomás Martín
Tamayo firmando un artículo hagiográfico sobre Ibarra o Monago, o a la
viceversa? ¿A Pablo Iglesias
disertando en latín sobre la obra de Kant
en la cátedra de Filosofía de la Universidad de Königsberg? ¿A Rajoy, en directo, ilustrándonos sobre
literatura contemporánea comparada? ¿A Pedro
Sánchez aclarándose? Son situaciones que por absurdas, por surrealistas, el
solo hecho de imaginarlas no dejan de producirnos, como mucho, hilaridad. Si
subimos un escalón, pasaríamos de la sorpresa al asombro, de la risa a la
indignación si nos encontráramos con que un agresor
machista fuera coordinador nacional de las casas de acogida para mujeres
maltratadas, un pederasta convicto
embajador de Unicef o un nazi presidente de
la Amical de Mauthausen. Pues yo he llegado aún más arriba en esta
escala, o más abajo, según se mire, y lo he hecho hasta la náusea irreprimible
sin necesidad de imaginar nada, solo viendo como una persona tan despreciable
como Arnaldo Otegui, un criminal
convicto como él, terrorista satisfecho de serlo, ha sido paseado por las
instituciones europeas y recibido por ellas como un hombre de paz, en donde ha
excretado mentiras y amenazas con un desparpajo insultante. La candidez o la
vesania de los dirigentes europeos que lo han permitido, no ha hecho sino
propiciar una ceremonia de humillación a las víctimas del terrorismo etarra
vergonzosa y aberrante. Pero si solo ver la cara de cretino del elemento y la
chulería cutre que desprenden sus palabras y su altivez me pone las tripas de
vuelta y media, me produce aún más basca ver a los bambarrias de Podemos e
Izquierda Unida, con pose de solemnidad y gesto trascendente, con el bálano del
verraco en la mano mientras musitan “sí se puede”, ejerciendo de mamporreros de un criminal contumaz que no se
arrepiente del daño irrestañable causado, y que aún tiene la desfachatez de
presentarse como víctima, siendo verdugo. Ni un frasco de Primperan sería capaz
de controlar mi vómito a la vista de este circo infame y repugnante.
De los dirigentes de Podemos me lo
espero todo, sólo con ver su trayectoria zigzagueante desde los albores de su
gestación tengo más que suficiente. Nunca creí en ellos y nunca me fie de su líder,
Pablo Iglesias, que me huele a impostura y a estalinismo hasta en fotografía. Y
además me parece un cursi redomado. Y un trepa de aquí te espero. Lo que está
haciendo Garzón con IU, sin embargo,
no consigo entenderlo. O es presa del bamboleo ideológico del ‘podemita’, que
lo tiene hipnotizado hasta la alienación, o el tal es de una torpeza supina. Si
al final se integra o confluye o concurre con Podemos, me malicio que su
organización acabará como el macho de la mantis tras la cópula, que cumplida ya
su función reproductora es devorado por una hembra caníbal que lo engulle
empezando por la cabeza. Y acéptese la metáfora mejorando lo presente.
En cualquier caso, quienes abrazan
y arropan a un criminal se convierten en cómplices de sus crímenes. A mayor
abundamiento si el delincuente no se arrepiente de sus desmanes. Y cada cual
puede abrazar a quien mejor le parezca, hasta ahí podíamos llegar. Hay algunos
que, incluso, se abrazan a las farolas con frenesí de enamorado. Pero lo que no
puede pretender esta caterva de inconsistentes es que, después de hacerlo con
el etarra Otegi, no haya quien piense que la ETA, Bildu, Sortu, Podemos, IU,
forman parte del mismo camión de estiércol. Y que huelen, todos y cada uno, al
estigma miserable que les imprime ser benévolos y comprensivos, cuando no cómplices, con la sangre
inocente derramada. Es la misma lógica que ellos, los que se codean con la hez
terrorista, enarbolan, desde una autoridad moral podrida y falsa, para acusar
de corruptos a los dirigentes de otros partidos que, según ellos, amparan a sus
correligionarios pillados con las manos en la masa. Blanco y en botella, vamos.
Y asco, muchísimo asco.
3 comentarios:
Estimado Jaime, aunque no tengo el gusto de conocerle personalmente, he tenido la fortuna de llegar hasta este artículo y solo puedo decirle ¡ gracias!. Gracias por ponerle voz de forma tan acertada a lo que tantos españoles de bien sienten ( sentimos) al ver a esta alimaña, presumir ante las instalaciones de una pretendida dignidad que jamás ha conocido.
Por cierto, entre la estupefacción y la náusea, también nos dejó en su momento la pertenencia del terrorista Josu Ternera a la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Vasco. Ver para creer.
Lo dicho, ¡ muchas gracias por sus palabras!
Estimado señor Álvarez Buiza. En 2007, cuando Pablo Iglesias estaría con su carrera recién terminada, José Luis Rodríguez Zapatero ya dijo que Otegi era un hombre de paz. Por lo tanto, la idea no ha sido invención de los podemitas, sino que estos se han hecho eco de las palabras del anterior presidente del gobierno. Por lo tanto, quizá el psoe también debería formar parte del mismo camión de estiércol.
Por otra parte, hace unos años las principales preocupaciones de los españoles, según el barómetro del cis, eran el paro y el terrorismo. Los años han pasado y, afortunadamente, parece que la lacra del terrorismo se ha diluido. Ahora las principales preocupaciones son el paro y la corrupción. En ninguno de estos dos problemas se le puede pedir responsabilidades al demonizado señor Iglesias. Así que se me ocurren más siglas para añadir al mismo camión de estiércol.
Un cordial saludo
En mi comentario anterior, donde dice "instalaciones", debería decir "instituciones". Cosas del corrector y los problemas de escribir en la pantalla del móvil cuando la vista ya no te acompaña.
Mis disculpas
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