Ya va para año y medio que en esta
mismas páginas publiqué un artículo, Vidas
ejemplares, comentando la impresión, no demasiado satisfactoria, que me
produjo el recorrido por las páginas del blog que bajo el nombre de El cuaderno de Guillermo publicaba el
presidente-consejero de Cultura de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara. El blog sigue
ahí, mi impresión sobre él no ha variado, pero su protagonista ha dado un paso
más en la utilización de Internet para darnos a conocer sus cuitas o sus
reflexiones publicando en las redes unos videos, breves, que vienen a
complementarlo. Lo hace de manera esporádica y yo los veo, unas veces sí, otras
no, dependiendo de cómo me coja el cuerpo, que no está uno siempre igual de
receptivo para según qué tipo de pláticas. El pasado martes, al hilo de lo
publicado el día anterior en su blog, (No
puedo poner todas las reuniones por la tarde-noche porque tengo que cuidar de
los míos), con la locución salmodiada e intermitente a que nos tiene
acostumbrados, nos hablaba de la reunión mantenida con la actual secretaria general
de la UGT de Extremadura, Patrocinio
Sánchez Escolar y del tema de los horarios y la conciliación familiar que
había surgido en la misma. Y me la lio parda el individuo.
Verán: Sentado en la mesa camilla
de la cocina, con mi Estrella Galicia fresca a la vera, relajado e indulgente,
seguía sereno la alocución presidencial. Me encontraba desprevenido y confiado
porque ya había vivido situaciones similares y no me habían causado respingos
dignos de mención. Si acaso, en alguna que otra oportunidad, ligeros hormigueos estomacales por la peculiar
puesta en escena o por cursiladas pasadas
de edulcorante. De modo que no pude defenderme de la bomba conceptual que el
orador guardaba en la recámara y que me estalló en los morros de improviso dejándome
patidifuso por unos momentos. Con la mala suerte añadida de que la deflagración
me pilló a la mitad de un sorbo, produciéndome un severo atragantamiento que me
llevó a espurrear el trago con ímpetu tan desbocado, -nunca mejor dicho-, que
la pantalla del ordenador quedó completamente empercudida de churretes
cerveceros. Un desastre sin paliativos, vaya. Y no es para menos. Porque el
presidente-consejero de Cultura peroraba, como digo, de horarios y
conciliación, y va y suelta sin previo aviso: “… Hablaba yo con la secretaria
general, Patrocinio, de la dificultad de llegar a un puesto de tanta
responsabilidad como el que ella ahora ocupa, teniéndose que adaptar a
horarios… eeeh… ‘masculinizaos’…” Y ahí sobrevino la debacle. Por la gloria de
Cotón, ¿qué coño es eso de horarios masculinizados, señor mío? ¿Me lo puede
usted explicar sin que me tronche de risa? Porque con este tema de la igualdad
de género hemos tenido que leer y escuchar muchas tonterías estratosféricas,
pero para mí que esta sinsorga se lleva la palma cum laude. ¡Menudo demarraje!
(Fuente: Digital Extremadura) |
Sea como fuere, dejando de lado
hermenéutica y zarandajas sarcásticas, hay quien quizá piense que nuestro
presidente-consejero de Cultura queriendo huir del fuego, ha caído de bruces en
las brasas. Porque, no sé si por torpeza o por la precipitación del directo, de
sus palabras pudiera deducirse que el problema no está en la masculinidad de
los horarios, sino en el hecho de que quien ocupe determinado puesto sea mujer
y que por serlo tenga que compaginar trabajo con, ‘por decirlo de alguna
manera’, labores domésticas. Y aun convencido de que Fernández Vara no lo es,
eso tiene un tufo machista de aquí te espero, primo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario