Tres grandes familias, a mi corto entender, forman esta fauna culebrera: trepas, pelotas y chivatos, siendo los primeros los más numerosos a pesar de que, para serlo, han de hacer méritos. Hay quien los hizo llevando la cartera de un Consejero, o riendo las gracias de un alcalde, o represaliando un libro, o dejando de hablar al amigo “desafecto”. Los hay que renunciaron a su partido y a su ideología. Se encaramaron a la cola del pesebre, y una vez que sintieron en sus espaldas la caricia facilona del sillón de respaldo alto y palparon las pelusas de la moqueta, si te he visto no me acuerdo. Estos conversos, furibundos, resultan los más patéticos. Han de hacer méritos para que su pasado descarriado no suponga un obstáculo para sus ansias. Y entran a saco en el engranaje. Les da igual llevarse por delante a sus amigos, a sus sueños, a su libertad. La palabra riesgo no existe en sus diccionarios. Todo sea por el riñón, todo sea por la causa que les permita vivir creyéndose lo que no son. Es fácil cambiar dignidad por estabilidad. Al fin y al cabo, la integridad es un mito que acabó en El Quijote. Y hay que huir del crítico como de un apestado, cruzarte de acera si lo ves por la calle, no contemporizar con estos puñeteros amargados, con los no uncidos, vaya a ser que alguien vea y pida explicaciones. Y se arrellanan a vivir. Les pierde el interés porque un trepa no tiene más ideología que el trepar. Y servirán al amo mientras dure la bicoca.
Pelota y trepa, ¿son palabras sinónimas? Yo creo que no, aun siendo de la misma familia. El pelota no siempre es trepa. Hay pelotas de línea pura que no buscan recompensa material y ejercen su peloteo sólo por idolatría, como el que reza, como el que adora. El pelotillero ungido daría la vida por su dios de pacotilla y mataría por él. Es el más peligroso de todos porque, creyéndose portador de valores inmutables, te pisa la cabeza como mancilles el buen nombre de su caudillo. No espera recompensa alguna. Este talibán se siente satisfecho defenestrando infieles, sin que le importe que su nombre figure o no en parte alguna. Si alguna vez coincide con el dios terrenal y éste le sonríe como mirando a una grulla, él guardará esa sonrisa como un viático. Es la tropa fanática. Son los sin nombre.
No todo pelota es chivato. A la viceversa, siempre. Cuando se juntan estas dos características en alguien, ojo de chícharo con él porque estos bifrontes son hijos de mala madre. Desde chicos. Empiezan con el peloteo y las chivadas en la escuela y ya no pueden parar. Es como una droga que se les mete en el cuerpo y, cuando no ejercen, alcanzan unas crisis de abstinencia que son capaces de llevarse por delante a Cristo bendito hasta conseguir un chivateo que llevarse a la boca. Incluso, en el colmo de su paroxismo, endilgan a algún incauto falcatúas inexistentes con tal de meterse la dosis que los tranquilice.
Por cierto que, en el mundillo de nuestra cultura (perdón por la palabra) oficial, conozco yo a algún elemento que es uno y trino. Siendo él quien es, reúne en su cuerpecito las tres características zoomórficas antes descritas. O sea, lo más de lo más.
12 comentarios:
jajajajajaajaj...Los diseccionas con un realismo, que parece que eres un "forense" especialista en esa fauna...jajajaj.
Un saludo.
Amigo Jaime: no he entendido nada de este escrito que supongo que era tu artículo semanal del Hoy, por algo no publicado. Me apena que tras haber ido a leer tu obra poética al Aula Enrique Díez Canedo, te haya importado más alentar estas "furias" viejas y confusas que el posible placer de mostrar tu poesía. En psicología se dice que uno proyecta en los demás lo que no aguanta de uno mismo. Si de verdad te importa la literatura, escribe lo que te toca, y esa obra si tiene que llegar a alguien con paz y sensibilidad, llegará si así ha sido hecha. Lo demás sobra. Esa conspiración del universo contra un poeta de Badajoz ya entrado en calvas parece efecto del alcohol o una pesadilla. Quita, quita... a ver si vas a acabar como el de LLerena. ¡Qué cosas!
Sigue con tu poesía. Y con tus leñazos, que son ráfagas de aire fresco.
He entendido perfectamente el artículo de Jaime.
Jaime escribe poesía y prosa.A veces su prosa es poética y otras veces su prosa es crítica y contundente con las cosas que no le gustan.
Jaime es poéta y escritor.Si quisiera podría escribir,teatro,novela...
Un saludo,Jaime.
Aconsejar "leñazos" como "ráfagas de aire fresco" es una receta muy buena para las guerras civiles, los pelotones de fusilamiento y la vulgaridad de los déspotas intocables. Y el cainismo de los incapaces. Pero eso no tiene que ver con la literatura.
Por cierto, igual que una persona que pasea por el campo no es necesariamente un amante de la naturaleza, alguien que deja unos versos no tiene a veces nada que ver con la poesía.
Y por último, este artículo es un vómito de tantos rencores y envidias confusas que no merece la pena comentarlo. Los buenos poetas extremeños tienen publicada y reconocida su obra no sólo en la región sino en editoriales de Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla...y se habla de ellos por su obra. Lo demás no lo entiendo. Yo no utilizaría la boca -o la pluma- como altavoz de bajezas que confiesan tanta miseria.
¡Madre del Amor Hermoso!Que enfadados están algunos Anónimos.
¡Qué cantidad de tópicos manidos tiene uno que leer! Guerracivilismo, cainismo, pelotones de fusilamiento..
¡Qué barbaridad! Todo por un estudio de zoología. Y, cómo no, la consigna de las envidias, los rencores, la literatura aséptica, el "leñazo" al crítico y la bondad de la literatura publicada fuera de Extremadura, porque ahí sólo publican los que no pueden hacerlo fuera. De lo que se deduce que los editores extremeños,oficiales o privados, deben de ser cutres y analfabetos. Y mediocres.
Efectivamente, un buen compendio de idioteces las cagarrutadas por ese fantasma anónimo.¿Echará de menos este individuo que ya no haya fusilamientos? Pues, quizás.
¡Ánimo, Jaime!
Parece que se alborotó algo el gallinero. Lo malo de estos fariseos sin nombre no es que no estén de acuerdo con lo que opinas, es que están en contra de que opines. Lo cual, que el franquismo sociológico anida, todavía, en la mollera de mucho cabestro. Lo dicho, fauna extremeña.
Pues sí,amigo Anónimo,se lo ha publicado hoy.
No os emberechineis mucho,que os va a dar un "tarantantan".
Pues sí, se publicó. Y eso, que se jodan.
He querido poner emberrenchineis,en vez de "emberechineis".Vamos,quiero decir que las ronchas se van a convertir en ronchones y eso ya es peor.
Pero qué gustirrinín que me da ver los ronchones por doquier...!
Ay, Jimorro de mi alma qué alegrías me das y cuánta razón te sobra! Besos mil.Mayonesa
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