sábado, 31 de enero de 2015

DESMONTANDO PATRAÑAS

“Nunca en la historia de la democracia española ningún partido ha recibido tantos ataques y ha sido sometido a tantas patrañas como ha ocurrido con Podemos. La última, vinculada la empresa (sic) Caja de Resistencia. Una vez más, todo mentiras. Seguirán buscando, y seguiremos demostrándoles que mienten. En democracia se combate con ideas. Hay quienes solo saben hacerlo insultando, construyendo embustes, sembrando sospechas. El concepto “casta” a veces cansa. Pero es que son pura casta”. Este es el sobado comentario victimista, puro berrinche de progre mal criado, que por todo argumento esgrime el ínclito Juan Carlos Monedero Fernández-Gala en su blog, como contrapunto a las informaciones aparecidas en la prensa sobre el cobro de 425.150 euros ingresados en las cuentas de una empresa de la que él es único administrador y único integrante, cuya razón social, “Caja de Resistencia Motiva 2 Producciones S.L.”, con guiño tipo jeroglífico de Ocón de Oro, (‘motiva-dos’, ¿cogen la genialidad?), resulta tan sugerentemente revolucionaria. Después de leer este lamento de mártir impostado o este impostado lamento de mártir, no sé por qué, o quizás sí, me acordé del relato de Indro Montanelli que dio lugar a la película homónima de Roberto RosselliniEl general de la Rovere, en la que un genial Vittorio de Sica interpreta el papel de Giovanni Bertone, estafador de poca monta, teatrero y persuasivo, detenido por los nazis. Éstos, con el fin de sonsacar información a los resistentes encarcelados con él, le obligan a hacerse pasar por el ‘General de la Rovere’, supuesto cabecilla antifascista. Al final, el personaje suplanta a la persona, (¿de qué me suena esto, Monago?),  y el inofensivo estafador, transmutado en héroe, muere como tal frente a un pelotón de ejecución gritando “¡Viva el rey!”. Lo que ocurre aquí es que Monedero no es De Sica; ni su guionista, si lo hubiere, Indro Montanelli; de modo que lo único que le queda para tratar de ser convincente en su actuación es tirar de histrionismo melodramático apoyado, para más inri,  en un libreto infumable, con lo que pasamos de una obra de arte cinematográfica a un pestiño tipo telenovela venezolana. O bolivariana, si se prefiere.

Los hechos son lo que son y no pueden ocultarse con lamentos de virgen ultrajada. Veamos: Monedero dice que firma un contrato con cuatro países latinoamericanos, Nicaragua, Venezuela, Ecuador y Bolivia, para estudiar la posibilidad de implantación de una moneda única en los mismos. El trabajo se desarrolla a lo largo de dos años. Según la legislación tributaria española, durante ese tiempo debería haber ido emitiendo las facturas correspondientes al trabajo realizado, con el consiguiente devengo de IRPF que correspondiera. No sólo no lo hace sino que, en el momento del cobro, crea la citada empresa unipersonal, sin estructura ni empleados, habitual cuando se quiere legalizar dineros que se donan o se tienen en el extranjero, cuya única actividad conocida es la de ser receptora de dicho pago. Elude así el pago de IRPF solapándolo con el pago del Impuesto de Sociedades, ahorrándose el pago de unos 100.000 de euros. Una bicoca, vaya. Ainda mais, como quiera que la sociedad no existía cuando se firmó el contrato, habría sido él, como persona física, quien lo hizo. Por tanto, para que esa sociedad ¿fantasma? pudiera cobrar el trabajo hecho, Monedero tendría que habérselo vendido a precio de mercado, devengando el correspondiente IRPF, para que a su vez ella se lo vendiera a los países contratantes. Tampoco lo hizo. A no ser que Monedero, en vez de esconderse detrás de teorías conspirativas, dé las explicaciones que se esperan, lo único que demuestran los hechos es que hay un posible fraude fiscal de por medio, ya sea de entrada, ya sea de salida. Todo eso sin contar su irregular situación administrativa, al no haber solicitado la preceptiva compatibilidad siendo, como es, profesor titular a tiempo completo en la Universidad Complutense de Madrid. Y siempre que el pregonado contrato, que hasta ahora no ha aportado, exista. Si no existiera, estaríamos hablando de una serie de delitos mucho más peliaguda.


Después de varios días desaparecido, este jueves, el perillán resucitó en el centro cívico Julián Besteiro, de Leganés, en un acto de Podemos. Lejos de dar explicaciones sobre los cobros,  contraatacó sermoneando las mismas patrañas casposas, cutres y fascistoides que vengo oyendo desde los tiempos franquistas: “Van a querer asustarnos con todo tipo de acusaciones, contra nosotros vale cualquier tipo de mentira. Cada vez que nos quieren dar una bofetada, la sentís vosotros en vuestra cara, porque Podemos sois vosotros”. Y por supuesto, él no es sólo él, es la encarnación de todos los valores que la casta odia, la personificación de un movimiento revolucionario que viene a cambiar las estructuras de un país anclado en la injusticia social, el paradigma de la idílica sociedad igualitaria que todos soñamos. Resumiendo, la misma palabrería hueca y pringosa de Franco envuelto en la bandera de España y los españoles, o de Pujol en la de Cataluña y los catalanes, cohetería populista y tramposa. Y mientras, el contrato sigue sin aparecer, los dineros siguen en su cuenta y las aguas siguen bajando turbias. En fin, cada vez estoy más convencido de que esta cofradía de santones laicos, con tanta verborrea y tanta prosopopeya, no vienen a acabar con la casta. A lo que vienen es a quitarle el sitio. Y los momios, claro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece una opinión muy acertada.
Fijémonos en su verborrea facilona de feria y démonos cuenta de su estafa.

Anónimo dijo...

Ojalá mucha más gente se diera cuenta de lo que realmente esta gente esconde detrás. Para lo cual, la gente debería pensar un poco más por sí misma.