sábado, 8 de diciembre de 2018

LA REPÚBLICA GUAY

1ª República (Fuente: arte e iconografía)

La verdad es que desde que lo vi por primera vez en las tertulias de Intereconomía TV hace ya 5 años siempre me pareció, antes que cualquier otra cosa, un cursi redomado que, con demasiada frecuencia, utilizaba para llevar el gato al agua de su argumentario una dialéctica tramposa y una verborrea apabullante. Su invitación a participar en la tertulia estrella de esa cadena, situada en las antípodas de su ideología, fue el producto de una operación de mercadotecnia televisiva llevada a cabo por sus capitostes en la que se buscaba a alguien de izquierdas, desconocido para el público, próximo al 15.M, partidario de la convocatoria de “Asalta el Congreso”, visceral, con cierta experiencia ante las cámaras y que diera el toque pintoresco de pluralidad que se pretendía. Lo encontraron en “La tuerka”, un programa de televisión de audiencia testimonial que se emitía semanalmente en la Red de Televisiones Locales de la Comunidad de Madrid, presentado por un profesor de Ciencias Políticas de la UCM llamado Pablo Iglesias, un diletante que les venía que ni pintiparado y que debutó en la cadena TDT el 25 de abril de 2013. Lo hizo con una frase lapidaria que pretendía darnos cuenta de entrada (o al menos, esa intención le vi yo) de su espíritu aguerrido y de su valor sin límites: «Lo primero, daros las gracias por la invitación, es un gusto cruzar las líneas enemigas y charlar en territorio comanche.»

2ª República. (Fuente: arte e iconografía)
A partir de ahí, nació la leyenda de este sin par paladín de la justicia revolucionaria. En territorio comanche aguantó hasta el mes de diciembre de ese mismo año 2013 en que, habiendo probado territorios más amables y de más repercusión mediática como Cuatro o La Sexta, dejó de contestar las llamadas telefónicas de esos primeros promotores que le abrieron las puertas al estrellato. El 17 de enero de 2014, Iglesias presentó la iniciativa Podemos en el Teatro del Barrio de Lavapiés. El partido se fundó el día 11 de marzo y en las elecciones al Parlamento Europeo del mes de mayo obtuvo 1.253.000 votos que le valieron 5 escaños. En apenas un año, ya ven, de la nada política a la moqueta y el sillón de respaldo alto. Un ascenso fulgurante. Eso sí que es mercadotecnia política. Visto lo visto y a día de hoy, a medida que iba escribiendo estas líneas me venía a la cabeza el soberbio y retorcido dislate de la película La estrategia de la araña de Bertolucci y, aún más, el cuento de Borges en la que está libremente inspirada, El tema del traidor y del héroe, sin duda un título contundente que se acerca más a lo que quiero decir.

3ª República (Fuente: Podemos)
Y lo que digo es que hay veces que la anécdota puede convertirse en categoría y una acción aparentemente inane e intrascendente sirve para desenmascarar el fariseísmo de quien la ejecuta. Y que con la irrupción de Vox en las elecciones andaluzas se han desatado las bichas y hay quien no sabe ya ni por dónde se anda. Si es que alguna vez lo supo fuera de su ambición personal. Porque nuestro héroe/traidor, nada más confirmarse el resultado de las elecciones y tras digerir las hieles de esa nueva noche triste de Tenochtitlan que debió pasar, se sintió en la obligación de lanzar una consigna que enardeciera a sus mermadas y desmoralizadas tropas. Y nada más aparente para su megalomanía enfermiza que el llamamiento a una “alerta antifascista” que recuperara en las calles lo que las urnas podridas de una democracia decrépita y vendida al gran capital les había quitado. Y para rematar la faena (dos soflamas por el precio de una) retomó la bandera del republicanismo de quita y pon que utiliza a su conveniencia y anunció que el día 6, con motivo de la celebración del 40 aniversario de la Constitución Española, él y su grupo, renunciando a la monarquía, a sus pompas y a sus obras, reivindicarían, para todos los españoles y las españolas, una república feminista que conformaría un próspero futuro de justicia social y fraternidad que ríete tú de Jauja. Visibilizarían su protesta luciendo un símbolo: el perfil de una cabeza de mujer en color morado, con melena suelta y libre, imagen perfecta de los ideales proclamados. Y ahí es donde la puerca torció el rabo y donde toda la mermeladina solemne y empachosísima de la proclama acabó en agua de Carabaña. Porque para encarnar ese futuro feminista y republicano, esa nueva Niña Bonita del siglo XXI, compraron en las rebajas de Internet, concretamente en Colourbox, una imagen que ellos venden como reclamo publicitario para salones de belleza, peluquerías y similares, que no ha dado lugar más que a un pitorreo cuasi generalizado en medios y redes. Pero si la ha escogido él seguro que es porque los españoles y las españolas quieren una alegoría de república guay, muy ‘cool’, con corte de pelo ‘long bob’, flequillo desenfadado y mechas californianas en tonos añil-violeta. Que es lo que se lleva en su urba de Galapagar, primo.
(Fuente: La Razón)


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