sábado, 16 de enero de 2016

CHARANGA DEL ILUMINADO

Esta semana, el día 13, dio comienzo la XI Legislatura, y la verdad es que su arranque no ha defraudado. Quizá porque es posible que, dada la dificultad para llegar a pactos, sea la más corta de la historia, parece que había por parte de algunos de los recién llegados un desmesurado afán de exhibicionismo folclórico, de expansión histriónica, tanto que algunos debieron de confundir  los términos y pensaron que, en vez de entrar en el Congreso de los Diputados para su solemne toma de posesión, lo que hacían en realidad era acceder a un estudio de televisión pachanguera donde se desarrollara una suerte de programa de telerrealidad chocarrero o, tal vez, a la pista central de algún circo extravagante y cutre digno de Tod Browning. Y así fue que el espectáculo ofrecido, con orquesta murguera incluida y fórmulas de promesa a cual más estrambótica y cursi, frivolizó hasta el ridículo el acto. Sin duda el paradigma de esta bufonada  fue la aparición de Carolina Bescansa con cochecito, cuidadora y niño, (al que exhibió con cierta impudicia), dizque para “visibilizar la situación de las mujeres que no pueden conciliar sus vidas laboral y familiar”, torpe excusa reivindicativa para justificar lo que no es más que un capricho de niña rica y patricia ejerciendo de roja de figurín. Según le oí a un gurú mediático de su cuerda, las estupideces protagonizadas por  los diputados de Podemos demuestran que “el espíritu del 15-M ha llegado al Congreso, que se parece más a la España de hoy”. Yo creo que más que el espíritu del 15-M, lo que se materializó esa mañana en el Congreso fue su ectoplasma; y a la España que más se asemejó la charlotada  fue a la España roñosa de charanga y pandereta machadiana. Habrá a quien le parezca que el asunto es baladí, pura anécdota, pero dada la orquestación premeditada que traslucía yo lo vi como un acto lamentable e irrespetuoso, si no despreciativo, con la institución de la que entraban a formar parte y, por ende, con los millones de ciudadanos allí representados que tuvieron la osadía de no votar a los candidatos podemitas.


Me imagino que el comportamiento de estas señorías hubiera sido el mismo, por aquello de que al que nace para buey, del cielo le caen los cuernos, pero quizás la frustración de no haber logrado los cuatro grupos parlamentarios que ansiaban haya hecho que la mamarrachada haya venido más cargada de bombo. Sólo hay que ver el cabreo morrocotudo que se pilló su amado líder ante la negativa de PP, PSOE y Ciudadanos de concederle el capricho ilegal que pretendía. Con la habilidad que le caracteriza para disfrazar todos sus actos, por descabellados o absurdos que sean, de esa pátina de progresismo fariseo a que nos tiene acostumbrados para encubrir la inanidad de sus propuestas o su propia inexistencia, el prócer nos sermoneó que su intención cuatripartita no era otra que dejar patente en el arco parlamentario la diversidad de los pueblos de España, sin duda representada en exclusiva por ellos mismos, En Comú Podem (Cataluña), Compromís (País Valenciano) y En Marea (Galicia); lo que de paso les supondría, mira tú que espabilado, repartirse alrededor de un millón de euros anuales añadidos, a los que, ya sin acuerdo posible y por tanto sin posibilidad de beneficiárselos, dijo este remedo de manga verde que renunciaría. Cuando escucho una perogrullada con ínfulas de este tipo, una memez tan amanerada y tan falsa, he de reconocer que me desencajo de mis goznes, que, por cierto, andan ya para pocas y en una de estas me quedo “cojito para toda la vida”. Porque, vamos a ver, los votos de los gallegos, de los catalanes y de los valencianos que hayan ido a parar al PP, al PSOE o a Ciudadanos, ¿no representan la diversidad de los pueblos de España? Los diputados de estos partidos, elegidos con esos votos, ¿solo representan al búnker y no cuentan para llenar el mosaico plurinacional? ¿Únicamente los votos dirigidos a Iglesias y sus feligreses son los que garantizan la verdadera democracia que alberga a todas las sensibilidades territoriales, o lo que pasa es que este tipo es tan listo que piensa que todos los demás estamos tontos, o es tan tonto que piensa que todos los demás estamos tan tontos como él?

El creerte un elegido por los dioses del progresismo para cambiar la historia es lo que tiene. Y andar levitando, iluminado y en comunicación directa con la esencia marxista-leninista-trotskista-estalinista-bolivariana-iraní, que ya son ansias, rodeado de una cuchipanda “megaguay” que te baila el agua en platós y foros diversos, acaba por hacer que te creas ser algo más de lo que eres, apenas un charlatán aprovechado. No obstante lo anterior, que Pedro Sánchez tenga cuidado si accede a ir de la mano con él. Porque sus berrinches de niño mimoso, malcriado y llorica pueden llegar a dejarlo sordo y sin golosinas que llevarse a la boca. Que sería lo peor no sólo para él sino, de rebote, para el PSOE y para España.

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