Escribir, escribir, ¿vaciarme? en
un artículo, en un poema (dónde andará mi poesía en otro tiempo imprescindible
para seguir viviendo, en qué manos anidará ahora, huérfana quizás,
desorientada, ausente, buscando el reencuentro con un autor tan despistado ya,
tan distante, tan lejano de aquella ilusión que le dio vida), abrir mi corazón,
buscar en la soledad equívoca de las palabras aquéllas que sirvan para que, por
la magia de la escritura, comuniquen lo que
quiero decir aunque, vaya mi lamento añadido, tan sólo interesen a mi desvarío,
a mis urgencias, a mi necesidad egoísta de escapar, hacia atrás, diciendo. Y
encontrarme entonces con el desasosiego, hijo adrede, torpeza consentida, de no
saber o, lo que es peor, con el convencimiento de la inutilidad de andar tratando
de enmascarar mis dudas en las palabras y en su capacidad de ser distintas.
Excusas, al fin, para seguir manteniendo el engaño. Para utilizarlas en mi
torpe e incompetente afán de convencerme de que, a veces, lo que creemos que es
todo, es poco o menos.
Me explico. Venía para casa con una
idea clara del artículo que iba a escribir: Elecciones europeas, movimientos de
sus candidatos, pintoresquismo de unos, oportunismo de otros y el cuento de la
lechera de los demás, instalados en el sillón de alto respaldo, que nos ofrecen
para la nueva legislatura arreglar lo que no arreglaron ayer ni, presumo, arreglarán
mañana porque, a qué engañarnos, todo es
cuestión de ir, venir, perorar y transcender entre sonsonetes de corta y pega. 63
páginas del BOE para 41 candidaturas, que ya son ganas, muchas de ellas verdaderamente
desconcertantes y peculiares. Algunas por su cabezas de lista donde relucen, en
una clasificación rápida, no excluyente y en la que la ósmosis es funcional,
tertulianos ubicuos, despechados roncos, cuentistas avispados o jueces mártires
de sí mismos. Y otras por su denominación, ora estrambótica, ora hilarante, de
las que hay dos que, aun inmerso en la vorágine del pasmo, me han llamado especialmente
la atención. Una, la número 22, que encabeza Willy Enrique Meyer Pleite, un
tipo que, por las veces que lo he escuchado o leído, me parece sensato, honrado
y que, puestos ya en la generosidad, parece que se cree lo que dice. Pero si
sale elegido va a tener un problema muy gordo cuando tenga que contestar, si algún
colega novato le pregunta, por qué candidatura lo ha sido y no tenga más
remedio que contestar que por “Izquierda
Unida, Iniciativa per Catalunya Verds, Esquerra Unida i Alternativa,
Anova-Irmandade Nacionalista, Espazo Ecosocialista Galego, Batzarre-Asamblea de
Izquierdas, Federación de los Verdes, Opció Verda-Els Verds, Gira Madrid-Los
Verdes, Construyendo la Izquierda-Alternativa Socialista, Ezkerreko
Ekimena-Etorkizuna Iratzarri: La Izquierda Plural”. ¡Virgen Santa! Para cuando quiera
acabar la retahíla plurilingüe su bisoño interlocutor se habrá ido a acostar
con un mareo de mil demonios y, para dormir sin pesadillas, no tendrá más
remedio que darle duro a la Luminaleta. Y, por si no quieres brevas toma higos
Genoveva, a este batiburrillo de “singlas” (que diría el tito Solón) en el BOE le
siguen dos páginas donde se indica, como si no tuviera ya bastantes, la
denominación que en cada Comunidad Autónoma tiene la candidatura en cuestión. Vaya
a ser que los electores se despisten, digo yo, y tanto esfuerzo integrador no sirva de nada y
acaben, unos y otros, como el gallo de Morón. La número 28 tampoco tiene
desperdicio: “Por la República, por la Ruptura con la Unión Europea (RRUE)”.
Agárrame esa mosca por el rabo, porque éstos se presentan para formar parte de
un organismo del que abominan. Las criaturas quieren entrar sólo para poder salir.
Algo así como casarte y divorciarte en la misma ceremonia. Según dicen en su
página web, “Europa es el problema, la República la solución”, un eslogan al
que, por más que lo intento, no soy capaz de encontrarle la más mínima lógica.
En suma, un verdadero disparate metafísico. O sea, si te duelen las muelas,
llama a un fontanero. Más o menos.
2 comentarios:
Me ha gustado mucho.
Lo que dices del mes de Abril,me ha emocionado.Un abrazo.
Jaime, lo que no me explico es cómo hay tan pocos comentarios a tus escritos en el blog. Ellos se lo pierden,así dusfruto casi en exclusiva de las esencias de tus pensares y decires.
Un abrazo.
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