jueves, 9 de diciembre de 2010

PALÍNDROMOS

6.

Tan sólo mientras duermo oigo tu risa.
Despierto y la penumbra envuelve la inquietud
de no saber aún si estoy conmigo.
Cuando me recompongo, procuro
recordar. Resulta inútil. La química no sabes de disfraces,
es incapaz de almacenar ausencias.

Sufro por no saber cómo reías.

Apenas un instante, mientras la muerte estaba,
sin saberlo,
agazapada en el embozo tibio
acaso de otra vida diferente, te oía reír.
Pero el amanecer rompió el hechizo:
Despierto y ya no sé escuchar tu risa.
Quizás el corazón tejió carencias
que no sé descifrar,
o el sueño quiera hacerme sentir
lo que la vida es incapaz de darme.
Sonambulismo de andar entre recuerdos.

Entonces, la tristeza como una lluvia tímida
empapando el silencio.

Enfermo de nostalgia,
cansado de vivir sin esperarte,
vuelvo a dormir para soñar tu risa.

2 comentarios:

Muli dijo...

Precioso y emocionante.
Un abrazo

Anónimo dijo...

qué absurdez dios mío....cuánto tonto suelto!!! despotricador además de fachundo.