domingo, 13 de enero de 2013

LA UEX Y LOS ENIGMAS DE LA PAGA EXTRA


Decía en mi anterior artículo en referencia al adelanto (que no anticipo) de la paga extra de junio en la Uex, que me maliciaba yo que sus empleados iban a ser las víctimas de una pelea de gallos entre los representantes de los dos gobiernos implicados en el asunto, el de Extremadura y el de la Universidad. Y las declaraciones cruzadas y los acontecimientos que se han desarrollado esta semana han venido a darme la razón. Dudaba entonces de si el peaje que deberían pagar los damnificados de esta escaramuza de egos sería el retraso o la anulación del cobro y al final el rector firmante, demostrando una terquedad digna de objetivos menos pedestres, ha optado por la salida más traumática para el colectivo, no adelantándole dicha paga y dejándolo a la luna de Valencia. Todo bajo el lema hidalgo de “sostenella y no enmendalla” y canturreando aquello de que “en mi casa mando yo y si quiero rompo un plato…”. Debería darse cuenta de que, si es que de verdad manda en ella, ni ésta -el Rectorado- es su casa, que está ahí de alquiler, ni los platos que está haciendo añicos le pertenecen. Pero el sentido patrimonialista del poder es lo que tiene.

No sé desde cuándo tendría pensada el rector firmante la torpeza de tomar esta decisión, pero colijo que debió de hacerlo en los primeros días de diciembre que fue cuando el consejero le ofreció y él rechazó, por primera vez, los fondos necesarios para que no la tomara. La comunidad universitaria la conoció oficialmente más de un mes después, primer enigma, en concreto el martes 8 de enero alrededor de las 6 de la tarde, a través de un correo electrónico farragoso, cuajado de medias verdades y con más trampas que una película de Fu Manchú.  En dicho correo y a lo largo de dos folios trata de justificar su insensatez al tiempo que se esfuerza, con descaro, en tomar por ignaro a todo aquél que lo leyera porque, exceptuando el primer punto de su exposición en el que alude a la discrecionalidad legal que le ampara para tomar un derrotero u otro, los cuatro siguientes caminan por un filo en el que lo verdadero y lo falso andan de la mano.

En el segundo apartado justificativo alude a la singularidad del personal funcionario docente, que se rige por las directrices de la Ley General de Presupuestos del Estado y que ésta no “contiene previsión alguna que haga factible los anticipos de pagas extras a este colectivo”. Si esto es así, que lo es, ¿cómo pudo acogerse este colectivo a la convocatoria de anticipos que la Uex puso en marcha en diciembre pasado (por cierto, otra maniobra de distracción) precisamente para paliar la sisa de la paga extra? ¿Por qué entonces sí y ahora no? Segundo enigma, Píriz. Sigue tratando de engañar con el enredo de que, además, estos profesores cotizan a Muface, de la complejidad del devengo de 14 pagas y patatín y patatán. Mi santa es maestra de instituto, cotiza en Muface y cobró la extra el día 4. ¿Por qué la Junta paga y la Uex no? Tercer enigma. Inasequible en la falacia, nos habla a continuación del personal laboral y sus 3 pagas extras. Aparte de que el número de sus integrantes es exiguo en nuestra universidad, porque ya se encargaron de funcionarizarlos a marchas forzadas y por la patilla, bastaría con trasladar a enero su paga de diciembre y punto. Y sigue con su matraca hablando ahora de problemas técnicos a resolver y de su coste. Me imagino que un panorama similar al de otras Universidades como la de Navarra y el País Vasco que parece que ya pagaron. ¿Por qué ellas sí y la Uex no? Cuarto enigma si, a mayor abundamiento, cuenta con excelentes especialistas informáticos a los que parece menospreciar. El tercer apartado para mi gusto es el más trompetero. El rector firmante nos endilga un galimatías aberrante desde el punto de vista contable, confundiendo, espero por el bien de la Universidad que por estrategia y no por ignorancia, presupuesto con tesorería y afirmando de forma gratuita que el adelanto supondría dificultar el pago de las nóminas ordinarias y de proveedores. ¿Por qué la extra sí dificulta este pago en enero y en junio no? Quinto enigma. A continuación, haciendo categoría de la anécdota, mete a empujones un cuarto punto en el que habla de posibles bajas de personal y de la (falsa) imposibilidad de recuperar, en tal caso, la paga adelantada a los que las causaren. En cualquier caso, una casuística estadísticamente despreciable.

En fin, no seré yo quien tilde al rector firmante de embustero, que ya lo hizo por activa y por pasiva el consejero Fernández en su comparecencia ante los medios, pero sí diré que su actuación me ha parecido pasmosa, emboscado tras un silencio cobarde durante más de un mes y dando la cara (dura) cuando la situación ya era insostenible. La ristra de milongas que enjaretó en su espuria justificación queda en evidencia en el titular que dio a este periódico el jueves pasado y que, al tiempo, resuelve todos los enigmas anteriores de golpe: “La  Universidad no quiere dinero para un anticipo cuando se le deben 20 millones”. Ahí está bien claro el busilis egocéntrico del asunto y el plumero en la cresta galluna. Bajo la máxima absolutista de “La Uex soy yo”, se permite el lujo de echar un pulso al gobierno extremeño y lo hace rechazando no un anticipo, como pretende hacernos creer, sino los dineros para el adelanto de la paga extra de los 3.200 trabajadores de la Uex, que se han quedado sin cobrarla por sus delirios de grandeza y su soberbia. Si se tercia, la próxima vez  debería presionar a la Junta poniéndose en huelga de hambre, un poner, y no chuleándole el sueldo a los trabajadores, que con Rajoy ya tienen las criaturas bastante cruz.

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