sábado, 10 de diciembre de 2011

LA UEX Y LOS ENIGMAS DEL PRESUPUESTO

Esperpéntico espectáculo el que nos ha obsequiado (y lo que te rondaré, morena)  el Gobierno de Extremadura a costa de los próximos presupuestos y la incomprensible estocada de veintidós millones de euros a la Uex. Después de la tabarra que nos venían dando a costa del rigor en las cuentas, lo imprescindible de ajustes en busca de la austeridad para paliar el manirroto descontrol socialista y, en fin, la promesa campanera de que estos presupuestos serían ejemplo de cómo reducir déficit sin menoscabo de servicios esenciales, (¿no lo es la Uex?) agarran y se dan el barrigazo sin haber empezado aún la carrera, o sea, en la línea de salida. Nada más asomar la jeta en el escenario, los actores, bisoños, se olvidaron del guión y sólo acertaban a meter morcillas mientras tropezaban con el decorado. Y claro, el respetable a tomatazos con ellos y pataleo al canto. Si desde la Consejería de Economía se dieron las directrices a cada una de las restantes para que presentaran sus respectivos presupuestos para 2012 con una rebaja, grosso modo, del 5% respecto a los actuales, me imagino que la Consejera de Cultura reuniría a su Consejo de Dirección y se pondrían manos a la obra. El resultado final ha sido el buscado, pero la forma de llegar a él, en cuanto a la Universidad de Extremadura se refiere, no ha podido ser más catastrófica. Claro que si, como me cuentan, los principales urdidores del bajonazo han sido el Consejero de Educación in péctore y el Secretario General, o sea, uno que poco o nada sabe de nuestra Universidad y otro que estuvo en ella y ya no está, y después, queriendo estar no pudo, confluyen dos circunstancias como son la ignorancia y el resentimiento de las que nada bueno puede salir. Porque, primer enigma, si la rebaja final del presupuesto de la Consejería es de poco más del 2%, ¿por qué  la aportación a la  Uex disminuye en un 24, que supone más del 15% de su presupuesto total?  Estos números harían imposible su funcionamiento y, evidentemente, no son producto del error, sino de un acto consciente e intencionado y, posiblemente, alevoso.

Segundo enigma: ¿Qué pinta en todo este cacao el Director General de Universidad a su vez profesor en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales? Que alguien lo explique, mayormente él. Si ha estado de convidado de piedra aceptando con buenas tragaderas la infamia perpetrada contra su antigua y futura casa, malo. Si, dándose cuenta del desatino, ha expuesto los graves problemas de supervivencia que para la Uex supondría la ejecución de este presupuesto y no le han hecho puñetero caso, peor. Yo que él, dimitiría y saldría corriendo camino de la Facultad. No sólo por dignidad, que también, sino por puro egoísmo, vaya a ser que cuando quiera reocupar su plaza docente, si esto no se arregla, se encuentre con que ha sido amortizada por no poder dotarla y se quede como el gallo de Morón. Aunque le estaría bien empleado, por su complicidad activa o pasiva en el descalabro.

Sigamos. Una vez recibido el presupuesto en la Consejería de Economía y Hacienda, si el Consejero Fernández detecta el “desajuste”, ¿por qué da su visto bueno al engendro? Tercer enigma. Siendo él catedrático universitario de Contabilidad y exdecano de la Facultad de Económicas conoce perfectamente los problemas que su aprobación a estas cuentas conlleva. ¿Quizás la visa es consecuencia de algún tipo de rencor contra la institución, motivado por rencillas personales o menosprecios sufridos o sentidos que han aflorado, ya con el grifo en la mano y la sartén por el mango, en esta salida de pata de banco con retranca? Yo no lo creo así pero habrá gente, por supuesto muy mal intencionada, que  lo piense. Y si el Consejero Fernández no detecta la cojera de los números, cuarto enigma. Porque, ¿cómo es posible que un catedrático de economía cometa un error propio de un alumno de diversificación? Sin entrar ahora a considerar cómo se logran, a veces, cátedras y doctorados,  a ver si va a resultar que el profesor es tan solo un maestro Ciruela vocinglero al que su soberbia le impide reconocer errores. Ambos supuestos, en cualquier caso, resultan aterradores.

Quinto enigma, aunque menor, que a algunos se les ve el plumero: ¿Por qué, ante esta flagrante agresión presupuestaria, el mutismo absoluto de sindicatos, Juntas de Personal, Comité de Empresa, Consejo de Estudiantes y pelmazos escribidores varios? Y, para acabar por ahora, sexto enigma: ¿Por qué cuando el Rector se presentó en Mérida para deshacer el entuerto, acompañado por el Gerente y la Vicegerenta de Asuntos Económicos, pusieron pegas para que estos entraran aduciendo que aquella era una reunión política? ¿Quiere esto decir que el sablazo tiene otros motivos distintos a los puramente contables?

Ya ven, demasiados misterios, demasiadas preguntas sin respuesta. Aunque algo bueno nos queda de todo este follón. En primer lugar, admirar la maravillosa capacidad de idiotez sintética del portavoz del PP, que reduce todo a un problema de tizas. Y en segundo lugar, felicitarnos por la rapidez de reacción del Rector y del equipo económico de la Uex, Gerente y Vicegerenta, que parece que han logrado parar la embestida de los morlacos. Porque estos camándulas lo que querían aplicar a nuestra Universidad no era el rigor presupuestario, era el rígor mortis.





4 comentarios:

Anónimo dijo...

El burro a la linde... No sabes hacer más que meterte con la UEX. Creo que no es más que envidia.

Jaime Álvarez Buiza dijo...

Y el burro anónimo a no saber leer y no enterarse de nada. ¡Qué torpe!

Muli dijo...

Jeje,tienes razón,no se ha enterado de nada.
Un abrazo

Manuel dijo...

Pues si que es torpe el anónimo, si.