miércoles, 7 de octubre de 2009

PALÍNDROMOS

Nº 4


Al despertar agoto la alegría. Sé que estoy

porque me reconozco en el preciso instante en que me miro.

Después, la vida, anda por sus caminos indecisos

burlando la rutina. Juguete nuevo siempre,

recovecos del alma que te empujan.

Sentir es el milagro

que se repite, terco, con la casa callada.

Elocuente principio que respira al compás

de los sueños, del amor escondido entre las sábanas.

Busco la risa mientras bebo café en el espejo turbio

de un silencio que es vida derramada. Compás de una ternura

milimétrica que vuela y amanece. Rendición de la noche.


Salgo a vivir sabiendo que la vida me pesa,

que al final de las luces, los recuerdos

serán mi corazón. Inútiles suspiros, imposibles

de vivos y de muertos. Vengo a vivir

(es todo lo que tengo) sabiendo que la tarde

vendrá siempre a encontrarme tan huérfano y perdido,

tan harto de nostalgias,

tan absurdo,

que añoraré, sonámbulo, despertar otra vez

cargado de esperanza.


Melancolizo, triste, las ausencias.

Siempre las penas se vuelven en mi contra

para encontrar refugio. Lo asumo, resignado,

igual que he asimilado mi sordera.

4 comentarios:

Carlos Rivero. dijo...

Hola Jaime!.Como siempre, estoy al quite,esperando tu faena.Merece la pena, como siempre.
Me ha encantado "melancolizo".
Un saludo.

Muli dijo...

Hermoso y triste el Palíndromo nº4.
Me ha gustado mucho.
Besos.

Juan dijo...

Emocionante,hondo,bellísimo.
Amigo mío,consigues emocionarme.
Un abrazo.

MIriam dijo...

¡Precioso, Jaime, me ha encantado!.