miércoles, 28 de mayo de 2008

EQUILIBRIO

Tras larga y sesuda conversación, mi amigo Paco y yo llegamos a la conclusión de que, en toda sociedad, debe de haber un determinado número de imbéciles que coadyuven a que se mantenga un cierto equilibrio ecológico dentro de la misma, colaborando, de este modo, a su pervivencia. Me sentí tan reconfortado, tan pletórico con ese convencimiento que cuando, camino de mi casa, me crucé con un conocido espécimen de dicha familia, no tuve por menos que saludarle en un sincero gesto de reconocimiento agradecido.

lunes, 26 de mayo de 2008

LECCIÓN DE SUPERVIVENCIA

Suena el tiempo. Hay arrullo de intentos detrás las palabras. Pasan los días que, inevitablemente, se vuelven años y uno va como puede aguantando la carencia, caminando hacia el no, consciente de que el avance es retroceso en la esfera del reló. Digo en el tiempo que vive o duerme en lo inexorable de los pasos. La vida es tan cobarde que al compás de la artrosis va cavando trincheras, va separando sueños, invita a la distancia, predispone al olvido. Y hay que combatir esta inercia, recuperar la duda, asumir la ignorancia. Porque asumiendo lo que ignoras, esa sabelotodo que intenta aflojarte dejándose querer, nunca podrá ganarte. Y das a la añoranza atisbos de futuro. Desconcierto de caminante quieto. Trucos de ilusionista en esta feria impuesta por la física y la biología.

Hoy el cielo está gris. El viento derrama suavemente su melancolía sobre las ramas de la morera, oculto tótem de mis desvaríos. Ha llovido y el campo huele ausente, tiene un algo de insomne desquiciado. Y yo vengo a escribir, apenas estas líneas, como un asombro que la vida orilla. Me arrebata, de pronto, la nostalgia. Florecen los recuerdos como lágrimas Soy un juncal, herido de futuro, en medio de esta mañana de mayo que se ignora a sí misma.

Seguiremos ajustando cuentas con la vida. Pero nada de agobios innecesarios. Conservo las ilusiones, la ternura, la duda permanente, mi libertad, la sangre crítica, el amor con y sin nombre, la iconoclasia, el escepticismo..... Y hablo con mis hijos para aprender: Así el tiempo es mío.

LA ESPERA

La espera, como acto físico, es la única situación que hace al hombre verdaderamente consciente de sí mismo.

viernes, 23 de mayo de 2008

LA ROMERÍA DE LA VICTORIA

He oído esta mañana en la radio que el próximo domingo se celebra, en Alange, "La Romería de la Victoria" (sic). Iba conduciendo y recorrió mi cuerpo tal escalofrío que, por milagro, no me estampané contra una farola. La noticia tenía toda la música mugrienta y rancia de los desfiles abrileños del invicto momio. A partir de ahí, me asaltaron las dudas: ¿se repetirá la romería todos los años? ¿sacarán en procesión la imagen del abuelo por antonomasia? ¿construirán, quizás, una ermita donde el santo pueda ser venerado por el pueblo llano?... ¡Virgen Santa, qué cutrerío!

PARECIDOS RAZONABLES

El solitario
El etarra cabrón

NUEVO PREMIO PARA RAMÍREZ LOZANO

José Antonio Ramírez Lozano, el poeta de Nogales, ha añadido el XI Premio de Poesía Flor de Jara a su currículo, con Caliche. Me alegro doblemente: por él y por las babas biliosas que habrá echado el poetastro taimado.

jueves, 22 de mayo de 2008

PRESENTACIÓN DE "TARDE DE SIEMPRE"





De izquierda a derecha: Jaime Álvarez Buiza, Jesús Delgado Valhondo, José María Casado y José Antonio Castro. Octubre de 1978.

martes, 20 de mayo de 2008

NATURALEZA SALVAJE

Mi fiel Chaki, alias "El malevo", enfrentándose valientemente a una terrible boa constrictor que invadió nuestro jardín. Tras dura y prolongada pelea, logró reducirla y salvarnos del peligro. (Fuente: National Geographic)

lunes, 19 de mayo de 2008

EL VUELO DE LA PALABRA

(Prólogo a "El vuelo de la palabra. La poesía en Badajoz en 2008". Es la 11ª entrega de este proyecto que lleva a cabo el Ayuntamiento de Badajoz con motivo de la Feria del Libro. Hay poetas que, por no ensuciar sus mantos de armiño, no participan. Esos que hablan de cultura popular encaramados en lo alto de su Olimpo. Farsantes.)


VOLANDO

Volando voy, volando vengo, cantaba Camarón. Y en esas andamos cada año, mayo a mayo, con estos vuelos poéticos que nacen al amparo del Ayuntamiento de Badajoz y de su Feria del Libro. Es este un vuelo en bandada, con lo que los desfallecimientos de unos son paliados por el vigor de otros. Cajón de sastre irregular y homogéneo donde todo queda compensado en un mosaico de estilos, temáticas y calidades. El resultado viene a ser, entonces, notable. Cuando la pretensión principal que se tiene, al editar un libro como el que nos ocupa, es el ofrecimiento, la cosa siempre sale bien. No se intenta, en principio, establecer pautas de sublimidad, ni criterios estrictos de rigor, sino presentar ilusiones, montar un escaparate escrito de parte de la poesía que se hace en Badajoz. Cada lector elija luego la que quiera, si es que de elegir se trata. Con este libro lo único que se hace es haceros llegar una visión, un muestrario. La valoración de lo leído cada cual la establezca. El fin que se persigue es ése y está plena y satisfactoriamente cumplido, año tras año, poniendo a vuestro alcance un muestrario de sensibilidades. Alguna habrá, sin duda, que coincida con la vuestra.

Me siento, haciendo este prólogo, como los porteros de las atracciones de feria, y no me quedo con las ganas de gritar ¡pasen y vean!, en las puertas de este libro Quizás seamos los poetas atracciones de esta feria inmensa que es la vida, y nuestra poesía el número que ofrecemos para los que quieran traspasar los umbrales de nuestros desvaríos. No exhibimos a la mujer barbuda, ni al gigante de Mozambique, ni a una partida de pulgas amaestradas. En su lugar interpretamos, “el poeta es un gran fingidor”, alegrías, tristezas, añoranzas, deseos, ensoñaciones, distancias, apetencias, cercanías, frustraciones… en una palabra, sentimientos. Y si además es gratis y por amor al arte, qué más se puede pedir.

Por eso, si os decidís a franquear el dintel de estas cubiertas, os encontraréis con un mundo que, siendo otro, es el mismo, viéndolo a través de unos ojos iguales y distintos a los vuestros, con un latido que se acompasa al vuestro mientras lo desequilibra. Si entráis con cuidado podréis sentir el aliento de los que os acompañan en estas páginas, el tenue roce de una respiración ilusionada. Y, así, os emocionaréis con las añoranzas elíacas de Plácido Ramírez; os divertiréis con los poemas de amor gastronómico de Cosme López; os ensimismaréis en los parterres de Luz Rueda; soñaréis la estela del guerrero de Milagrosa Ortega o gozaréis con el redondo soneto de Antonio-Román Díez García.

Todo esto es el libro pero, también, mucho más que todo esto. Para descubrirlo tan sólo es necesario que os sintáis partícipes del milagro. Que creáis en él. Y que recuperéis el alma de ese niño que todos fuimos y, con ella, la capacidad para el descubrimiento y la sorpresa. Estoy seguro de que os merecerá la pena.

viernes, 16 de mayo de 2008

LA ESPALDA DE JANO

(Palabras, más o menos, con las que ayer presenté el ganador del XXVI Premio de Poesía "Ciudad de Badajoz" en la Feria del Libro de esta ciudad, premio éste al que algunos, tras su espantada histérica, agoraron una muerte rápida. A esta panda de fatuos, ombligos de un mundo sectario y miserable, habría que aplicarles aquello de "los muertos que vos matáis....").


Decía Oliverio Girondo, el gran poeta argentino, que un libro –y, sobre todo, un libro de poesía- debe justificarse por sí mismo. No seré yo quien lleve la contraria al maestro. Porque, en cualquier caso, si nos aprovechamos del tópico y consideramos a cada libro que escribimos como un hijo, deberá ser su padre, si lo cree conveniente, el que justifique su existencia. Yo, arrogándome el papel de padrino impuesto, me limitaré a daros unas claves, consecuencia de la impronta que una lectura serena y ayudada de este libro, que ganó en dura y reñida pugna el XXVI Premio de Poesía Ciudad de Badajoz, me ha producido.

El padre adoptivo de la criatura que hoy nos concita, (la poesía siempre es hija legítima del azar; el poema, fruto de un trabajo azaroso), no es otro que un señor llamado Jacob Lorenzo, egabrense nacido en 1983, licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla y entrenador de baloncesto. Tiene otros dos libros de poesía publicados: Las hojas del laberinto (Espiral Poesía 2004) y Linterna de luciérnagas (Bajo Cero.2005). Además, ha ganado, entre otros, el premio Paco Gandía de Poesía 2006, con Voy soñando Machados egabrenses y el premio Ciudad de Lucena 2006 con Azahar con nieve. Y, en fin, colabora en varias revistas literarias y en el periódico Lucena Semanal con artículos políticos y crítica literaria.

Para entender la poética de Jacob (si es que esto es posible en él y en cualquier otro poeta), deberemos acercarnos a la contraportada del libro, en donde Lara Cantizani, su padre de papel según propia confesión del autor en la dedicatoria, nos da las claves de sus puntos cardinales poéticos. Así aparecen nombres tan distintos y tan dispares como Roberto Juarroz, Juan Vicente Piqueras, Li-Po, Issa, Buson, Joan Margarit Ferlinghetti… Nombres que forman un amplio abanico de posibilidades poéticas que, por fuerza, vienen a confluir en esta obra, La espalda de Jano.

Jano, en la mitología romana, era un dios bifronte, con sus dos caras mirando en sentidos opuestos. Dios de los cambios, de los inicios, (el mes de Enero, Ianuarius, deriva de su nombre), del pasado, el futuro y del momento que los separa, del amanecer y el ocaso. Y es la imagen de este dios latino la que le sirve a Jacob para dar una estructura ligada a los poemas que forman el libro que quizás, de no ser así, parecerían dispersos. El nexo que logra unificarlos es precisamente la espalda de este dios que mira al mismo tiempo a oriente y occidente. Ahí se agazapa el autor y desde esa perspectiva unificadora e imposible nos ofrece sus poemas. Un lugar privilegiado que pertenece a las dos visiones sin ser de ninguna de ellas.

De acuerdo con esto, el libro está dividido en tres partes: a) Oriente; b) Occidente y c) Tierra de nadie, subdividida, a su vez, en c1) Violines de sal y c2) Tendederos.

La primera parte, Oriente/Sudor de sake, son nueve poemas en los que cuento más de 15 referencias a lo oriental: lugares (la gran murralla, Fukuoka, Whuan…), poetas (Li Bai…), formas poéticas (wakas), y kimonos, sake , porcelana ardiendo, sirenas chinas, almendros imposibles, luciérnagas desnudas, lunares de piruleta, blancos melocotones, heridos brazaletes, estanques, centinelas venenosos, todo bajo un invierno amenazado por los lirios, delirio de un poeta borracho que se ahogó queriendo abrazar la imagen de la luna reflejada en el río. Primer deslumbramiento que acaba en seis haikus, entre llamas de bambú, fuego soñado, o quizás, añorado o, tal vez, tan sólo vislumbrado en la ceguera de la luz.

Sigue Occidente/Imito al mito, seis poemas con, al menos, y otra vez, 15 referencias a poetas y mitología grecolatina. Desde Pigmalión, aquel que, buscando la mujer perfecta, vino a casarse con la estatua que el mismo creó, y al que el poeta, por un lado, envidia, por la imposibilidad que él tiene de acostarse con sus letras, y ante el que, por otro, se siente libre, al haber podido encerrar sus creaciones en un libro, en una pirueta ciertamente atractiva; hasta Helena, víctima de duras Troyas erectas, y al fin, infierno de tontos Tántalos que arden bajo sus ascuas, arquetipo de diosa y de mujer, que odia amando mientras engaña incautos.

Tierra de nadie, tercera parte dividida en dos, Violines de sal y Tendederos, viene a ser esa tierra ciertamente fértil y no identificable claramente con ninguna de las dos anteriores. Esa espalda de Jano privilegiada de la que antes hablábamos, (el poema que da título al libro se encuentra precisamente aquí), viene a ser la tierra más propia del poeta, quizás la que va en dirección contraria a las dos anteriores, esto es, de adentro hacia afuera. Hay, no obstante, algún guiño a las dos primeras, casi más como recurso poético que como tema.

Para mi gusto es aquí donde se encuentra la poesía más profunda, en donde el sentimiento hace más sangre, roto ya el corsé impuesto por mitos y formas. Aquí el endecasílabo y el alejandrino campan a sus anchas, cómodos, precisos; el verso libre es más libre; las imágenes, más sorprendentes; las metáforas, más sugerentes. Creo que, en esta tercera parte, el poeta es más él, es donde da más rienda suelta al lirismo, a la melancolía e, incluso, a la chispa del juego de palabras, donde hay finales más rotundos e inicios más sugerentes.

Voy terminando, y lo haré con una cita de Cioran, otro de mis autores de cabecera, que quiero que venga a justificar la intención de mis palabras. Dice Cioran : "Aplicar el mismo tratamiento a un poeta y a un pensador me parece una falta de gusto. Hay materias que los filósofos no deberían tocar. Desarticular un poema (o un libro de poemas, digo yo) como se desarticula un sistema es un delito, por no decir un sacrilegio.
Cosa curiosa: los poetas exultan cuando no comprenden lo que se dice sobre ellos. La jerga les halaga y les produce la ilusión de un ascenso. Semejante debilidad los rebaja al nivel de sus
glosadores”. Yo, por mi parte, siendo poeta y no filósofo, sólo espero haberme hecho comprender, que se me haya entendido todo para no ser objeto de esta sentencia, ni hacer sujeto de la misma al autor.

viernes, 9 de mayo de 2008

XXVII FERIA DEL LIBRO

Hoy comienza la Feria del Libro de Badajoz. Sin duda la mejor de Extremadura. Para comprobarlo, sólo hace falta constatar cómo las demás han ido mejorando a medida que la imitaban.

jueves, 8 de mayo de 2008

PÓSTUMO ÁNGEL GONZÁLEZ

La editorial Visor lanzará la próxima semana Nada grave, libro póstumo de Ángel González. El cultural adelanta hoy algunos poemas. Reproduzco dos.

De todas formas

Lo que queda
-tan poco ya-
sería suficiente
si durase.
-----------------
Algunas tardes

Una tristeza insólita
me invade algunas tardes.
La de hoy es una de ellas.

En el sombrío cuatro de estar
triste,
permanezco a la espera
de que la luna certifique la defunción del día.

Este es por fin el cuarto
menguante de una luna llena
de macilenta luz
que me confirma lo que yo esperaba:
el día
que tanto me dolía ya se ha muerto.
Y la noche es el sueño: al fin, la nada.

martes, 6 de mayo de 2008

LIBERTAD DE EXPRESIÓN

El cabeza (¡qué cruel exactitud la del lenguaje!) de lista del PSOE en el Ayuntamiento de Badajoz, el ínclito Muñoz, abogando por la libertad de expresión. Tal que un esclavista hablando de derechos humanos. ¡Vaya morro!

ETERNO ABRIL

Hay años en los que abril remolonea y no hace caso del calendario. Lo sé porque, desobediente y altivo, se anticipa a su fecha y, después, sigue estando. Perezoso, se apoltrona en mis sueños cuando los días ya no le pertenecen y las noches son tan sólo oscuridad y grillos. Hay años, éste, en los que atosiga mi corazón e insiste en seguir siendo, incluso cuando ya nada es abril, ni siquiera la luz, ni los silencios. Se refugia en mis manos. Y yo, conociendo este rito de melancolía que me vence, que es más que yo, que sabe de la ausencia más que nadie, que me acobarda más que el sentimiento, soy incapaz de no oficiarlo. Me arrastra su ternura y el dolor la alimenta y la hace fuerte. Y vengo a convencerme de que abril es mucho más que un mes, porque los días se alargan, se enmascaran de luz, se retuercen hasta empezar a ser los mismos que ya han sido, siendo otros. Y es un volver continuo la vida, que se encuentra a sí misma en un recodo y no se reconoce si no es en ese atisbo de nostalgia que siempre tiene abril en la mirada.

Anda mayo instalado y yo sigo despertándome con abril en los ojos. Y sé que seguirá ahí hasta que un día, sin dar explicaciones, de la misma manera que se quedó, se vaya. También sé que es inútil tratar de luchar contra sus caprichos. El está y no según quiere. Y yo, con protestas falsas, me recuesto en sus antojos. Quizás porque me acompaña. Quizás porque su dolor tenga la dulzura de la vida. Quizás porque el otoño se confunda y noviembre no sea más que un abril tardío. “Me moriré en abril con aguacero”.