miércoles, 23 de julio de 2008

JDV




Anda revoloteando por mis manos, como cada mes de julio, como cada día. Y viene a estar conmigo, ahora los dos huérfanos de abrazos. Tal día como hoy, 23 de julio, hace ya quince años, se fue porque “había alguien que lo estaba esperando”. Y él no faltó a la cita. Emprendió la huida, dobló la esquina empujado por el viento de todos sus asombros y nos dejó pasmados, boquiabiertos con una despedida, “Huir”, en forma de libro póstumo.

Lo había conocido veintitantos años antes y desde entonces siempre ha estado aquí, en mi corazón. Era mayor que yo siendo yo más viejo que él. Niño irredento, iluminaba la vida con sus ojos, mientras sus manos, en el gesto, amagaban un vuelo que tan sólo emprendía con las palabras. Y era un cachondo que, como el aromo de Yupanqui, transformaba en flores sus penas. Pasear con él por las calles de Badajoz era un placer distinto cada día, un descubrimiento detrás de cada esquina, en cada rostro, un sabor recién estrenado en cada sorbo de vino tinto. Él me enseñó lo que de poesía sé y hago. Una veces a base de pescozones, otras por ósmosis, algunas con silencios. Puso título a mi tarde de siempre y limó, con paciencia, mis vanidades de poeta primerizo y sabidillo.

Se fue sin que pudiera despedirme. Él si lo hizo: “Al terminar este poemario, esta huida, quiero recordar a…..Jaime Álvarez Buiza a quien, ni él sabe que lo quiero como a un hijo…” Sí lo sé, sí lo sabía, mi amigo, mi Jesús Delgado Valhondo, mi ausente ruiseñor perdido en el lenguaje.

miércoles, 16 de julio de 2008

APUNTES DEL NATURAL

-Leo en un digital que De Juana Chaos se ha puesto otra vez en huelga de hambre. El cabrón protesta por el acoso mediático al que dice estar sometido y por la petición de embargo sobre su piso, que serviría para resarcir a sus víctimas. Si es que esto fuera posible. Para mí que el mejor resarcimiento para todos sería que esta huelga fuera ya la definitiva y que este espantajo se fuera de una vez y para siempre con sus putos muertos.



- Oigo en la radio que ZP ha dicho, sobre la innominada crisis, que él es optimista y que no se montaría en un barco cuyo capitán pensara que éste pudiera hundirse. Y digo yo: eso mismo debieron de pensar los pasajeros y tripulantes del Titanic. Y así les fue. Este optimista enfermizo tiene el iceberg delante de sus narices y nos dice que es un algodón de feria. Y, a mayor abundamiento, gangoseando con que él y su gobierno están al lado de los trabajadores. O sea, que topetazo contra el hielo, el barco a pique, nosotros chapoteando con el agua al cuello y el tipejo, desde la lancha, diciendo que nademos, que el pesimismo es una actitud antidemocrática. ¡Virgen santa, qué peligro!

viernes, 4 de julio de 2008

DEL TIEMPO I'MAMA



Ahí estamos mi melliza y yo, cuando la vida era dulce, leyendo la felicidad de ser como éramos. Plácida imagen de una ilusión que intento recuperar latido a latido. ¡Qué cansancio!, los molinos de viento se han transformado en esferas de reló, calendarios, tiempo. Y el silencio ya no es descanso, sino angustia. La posibilidad de elegir se acorta porque, a estas alturas, la indefensión ha cambiado de lugar. En la foto, el tiempo tenía la batalla perdida. Ahora es una lenta derrota. Y mi melliza, lástima grande, ya no puede ayudarme.

Vaya, pues, este poema fechado el 26 de junio pasado:

Silencio,
silencio solo de niño.
No este silencio de ahora,
no este dolor repetido.
Silencio que era cariño
ignorante,
acurrucado en el nido.

No este silencio de ahora,
silencio de ayer, dormido,
es el silencio que quiero,
no el de ahora,
el de ayer, el de los besos,
el del corazón rendido,
el de la canción temblada
en un tierno escalofrío.

No el de ahora,
quiero el silencio de ayer
para ganar la batalla
al silencio. Y al olvido.